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Julie y Yakish con hipotiroidismo: así lograron ser madres tras ser diagnosticadas

Las enfermedades de tiroides siguen siendo prevalentes en la población puertorriqueña y no distinguen edad ni cargos. Hoy traemos dos inspiradoras historias de colaboradoras de BeHealth que desarrollaron hipotiroidismo pero que, pese a su condición, lograron cumplir uno de sus más grandes sueños: ser madres.

Así supieron de la enfermedad

A continuación, conocerás los testimonios de Julie Gotay, que tiene un bachillerato en administración de empresas con concentración en gerencia y se desempeña como asistente administrativa de este portal multimedios; y el de Yakish Quintana, que no solo es Community Liaison de BeHealth, sino que además de tener hipotiroidismo, también fue diagnosticada con tiroiditis de hashimoto y lupus.

“Yo fui diagnosticada a los 25 años. Tengo hipotiroidismo pero actualmente está controlada con medicamentos. Me subieron la dosis hace como un año para mantenerla en control”, reconoció Julie, quien dio a conocer que empezó a sufrir algunos de los característicos síntomas de esa condición que se caracteriza, entre otras cosas, porque la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas para satisfacer las necesidades del cuerpo.

“Los primeros síntomas fueron que sentí mucho cansancio. Se me caía mucho el cabello, los cambios de humor eran bien drásticos, yo podía estar bien feliz y a la hora estaba llorando sin razón alguna, me daba mucho sueño e incluso manejando me quedaba dormida”, agregó la colaboradora de BeHealth.

En el caso de Yakish, que fue diagnosticada a los 29 años de edad, presentó por vez primera la tiroiditis de Hashimoto y, como efecto secundario, desarrolló un cóctel de enfermedades pues desarrolló las dos patologías mencionadas anteriormente.

“Los primeros síntomas fueron que me fatigaba mucho. Cuando caminaba me sentía muy cansada y por alguna razón me estaba dando taquicardia, que es bien raro en hipotiroidismo porque casi siempre pasa en hipertirodismo. A a veces sentía como que me iba a desvanecer, como que me iba a desmayar. Fui a mi médico y me hizo todas las pruebas de rigor y efectivamente encontró que mis anticuerpos estaban altos. Como es una enfermedad autoinmune, los anticuerpos atacaban a mi glándula tiroides. Ahí mismo cuando me diagnostican me encontraron unos nódulos, pero debido a que eran tan pequeños no me hicieron ningún tipo de tratamiento”, aseguró Yakish.

Cómo fue vivir con la condición

Vivir con una condición autoinmune no es fácil. Así lo reconocieron las dos pacientes, que en plena flor de su juventud supieron que vivirían por el resto de sus vidas con este tipo de patologías.

Julie, por ejemplo, recibió la noticia cuando estaba a punto de terminar la universidad y empezaba a vivir su vida en matrimonio. “Al principio fue un poquito difícil de manejarlo porque no sabíamos qué me estaba pasando pues mis cambios de humor, el que me diera mucho sueño, engordar. Ya llevaba un año de casada y pues no veía que no quedaba embarazada”, dijo.

Tras querer concebir a sus primeros hijos, Julie decidió ir al ginecólogo y, tras una serie de análisis, evidenció que la enfermedad de tiroides que la estaba aquejando era lo que le impedía convertirse en madre, así que, con ayuda de su endocrinólogo, comenzó un tratamiento que rindió los frutos esperados. “Ahí empecé mi tratamiento para la tiroides”, confesó. Además, dio a conocer cómo fue el embarazo durante la enfermedad.

“Lo más difícil de mi enfermedad ha sido que prácticamente en mis dos embarazos las últimas semanas fueron un poquito retantes en el monitoreo, si el bebé estaba creciendo, si tenía los latidos bien, entonces me hacían estudio a veces dos veces en semana para verificar que todo el crecimiento y los latidos del bebé estuviesen bien. Después de tener problemas con la tiroides, los doctores prácticamente me pusieron como si fuera un poquito de alto riesgo, pero más bien era monitoreo. Y ese dilema de tener que hacerme esos estudios a veces dos veces en semana, me daba un poquito de ansiedad”, confesó.

Sin embargo, en el caso de Yakish, la experiencia fue algo más “traumática” debido a que, al tiempo, tenía que lidiar con tres enfermedades. No obstante, se empoderó y logró salir adelante.

“Para mí lidiar con la condición fue bien difícil, porque era aceptar que tenía una condición que no tenía cura, que mi vida iba a cambiar bastante porque ahora tenía que hacer modificaciones para estar mejor, porque si no hacía modificaciones, obviamente iba a empeorar. Luego de que me diagnosticaron pasaron como seis meses y me diagnosticaron también con lupus. Entonces toda enfermedad autoinmune casi siempre va acompañada de otra”, contó Yakish.

Las medidas

Aunque las condiciones de tiroides no tienen cura, sí se puede mejorar la calidad de vida adoptando hábitos de vida saludable que van desde cambiar la dieta, hasta la realización de actividad física.

“Los cambios en el estilo de vida contemplaron hacer una rutina, tomarme el medicamento en ayunas por la mañana, hacerlo parte de mí. Los chequeos constantes cada seis meses, visitar a mi doctor para que me revisen, que todo esté bien, que esa dosis te esté funcionando y tratar de alimentarme lo mejor posible”, mencionó Julie.

Yakish coincidió con su compañera de BeHealth y dejó algunos tips que le sirvieron para controlar sus condiciones: “Yo he hecho muchos ajustes en lo que es la nutrición, he tratado de dejar los refrescos, de no comer alimentos muy procesados que me inflamen”, mencionó.

Los mensajes

Qué mejor recomendación que la de alguien que vive con estas condiciones. Las dos pacientes exhortaron a esta población de problemas en la tiroides para que no dejen de ir al médico y estén atentos a los síntomas adversos.

“Si tienes mucho sueño, te quedas dormido en todos lados, se te cae mucho el pelo, si estás buscando quedar embarazada y no puedes, nada de eso es normal. Hay una razón. Por eso deben verificarse e ir con su doctor para que verifiquen que está pasando en su cuerpo, en sus hormonas y se mantengan pendientes a sus cambios”, anotó Julie, quien aseguró que su fe en Dios también le ayudó a salir adelante de la enfermedad.

“El mensaje que le dejó a los pacientes es que sigan buscando ayuda, que no nada más tengan un diagnóstico, sino que lo acompañen de otras cosas, como lo es un nutricionista, qué alimentos puedo comer para mejorar y no para empeorar. Un psicólogo. En mi caso me ayudó bastante con la parte de aceptar el que tenía una condición que no tenía cura, que lo que podía hacer eran cambios en el estilo de vida para tratar de mantener la condición a raya. Yo creo que lo más importante de estas condiciones es empoderarse de ella y no dejar que te controlen a ti, sino tratar de controlarlas. Cuando se presenten síntomas, conocer tu cuerpo, cuando te pide descanso, cuando te pide hidratarte, cuando te pide ir al médico, o sea, no ignorar las señales ni síntomas, porque a veces uno con la vida ajetreada, con los niños, con que si la universidad o el trabajo decide no ir al médico porque no tengo tiempo para eso y no, todo lo contrario. Hay que hacer tiempo para uno estar saludable, porque sin salud no tenemos nada”, exhortó Yakish.

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