La Dra. Ana Finch, cardióloga pediátrica y miembro de la Asociación de Cardiólogos de Puerto Rico, expuso las patologías cardíacas más frecuentes en las mujeres, sus factores de riesgo y los cambios en los estilos de vida que se deben establecer para evitar mayores complicaciones.
Actualmente, las enfermedades cardiovasculares son responsables de muchas de las muertes en mujeres, convirtiéndose en la causa número uno de fallecimiento en ellas. Además, lastimosamente, la tasa va en aumento.
Existen factores de riesgo que impactan más a las mujeres que a los hombres, por ejemplo, la hiperlipidemia y en etapas de la menopausia cuando los estrógenos bajan empiezan a aparecer en mayor medida todos los riesgos que generan complicaciones.
Para prevenir a tiempo las afecciones, es importante desde la juventud empezar a tener una buena dieta, cosa que cuando esos factores empiecen a aparecer se pueda controlar completamente.
Aunque algunos casos son genéticos, otros efectos se pueden cambiar, como los efectos de la alimentación, para el adecuado manejo del colesterol.
Factores de riesgo
Un aspecto importante es la glicemia, que ha evidenciado un aumento muy importante de complicaciones cardiovasculares en mujeres con diabetes, en donde el riesgo es 5 veces mayor que en el hombre.
“Si nosotras tenemos diabetes gestacional y obtenemos de vez en cuando un historial de hipoglucemia, eso nos va a llevar a que nos afecte el azúcar y la glicemia alta es un riesgo muy alto para tener enfermedades cardiovasculares, no solamente de infarto cardíaco sino de derrames cerebrales que son muy comunes en mujeres”, explicó la Dra. Finch.
Así, resaltó la importancia de los chequeos y controles médicos, por lo menos 1 o 2 veces al año, para revisar la presión que es un marcador silente por lo que muchas veces no se dan cuenta que hay alteraciones, pues, aunque algunas veces puede generar dolor de cabeza o malestar, otras veces puede presentarse sin síntomas poniendo en riesgo la salud.
La especialista destacó, además, que las mujeres tradicionalmente son más obesas que los hombres y no es porque sea tendencia, sino porque realizan menos actividad física.
“Esto ocurre porque tenemos deberes como la casa, los hijos, el trabajo y el hombre pues sí tiene la responsabilidad de su trabajo pero cuando llega al hogar, muchas veces no comparte con las mujeres este tipo de trabajos que ella hace en la casa y con todas estas acciones, el trabajo, llegar a la casa a hacer comida, estar con los niños, hacer comida, ya son las 10 o 11 de la noche, y para entonces, ya estamos bien cansadas así hay que madrugar a las 5 de la mañana para preparar otra vez todo y no tenemos tiempo para nosotras y es bien importante que saquemos un tiempo para hacer actividad física 15 ó 20 minutos dos o tres veces a la semana dedicados a nuestra salud”, recalcó.
Otro aspecto que afecta en gran medida a las mujeres es el estrés, posiblemente, porque este género es más emocional que los varones, por lo tanto, al ser más emotivas son más explosivas en cuanto a las emociones y eso afecta completamente al corazón.
Hay un síndrome que se ha descrito en la literatura durante los últimos 20 años que se llama la enfermedad de Takayasu o arteritis de Takayasu, que es una enfermedad producida por un estrés o una emoción fuerte y aunque se cree que esto no afecta al corazón, puede ocasionar que este pierda su función y se vuelve más pequeño haciendo que se presente el infarto, acompañado por dolor en el pecho o presión.
“La diferencia de esta condición y un infarto, es que no hay registro de colesterol elevado, por ende, el estrés hace que se liberen unas enzimas que hacen que el corazón se contraiga completamente y no se mueva adecuadamente”, explicó la cardióloga.
Pese a que puede presentarse esta complicación, la ventaja es que de un 65 a 80% de los casos son reversibles y con el tiempo van mejorando completamente.
El estrés suele ocasionar cardiomiopatía y aunque en el electrocardiograma muchas veces se parece a un infarto, esta suele estar acompañada de un dolor característico que impide respirar, y a pesar de que no es un infarto isquémico, sí está producido por las enzimas que se están liberando en las etapas de estrés, por lo que es importante que las mujeres recuerden que tienen que cuidarse.
Los cambios son favorables
La doctora Finch señaló la necesidad de realizar acciones en una forma más sosegada, manteniendo la compostura, porque todo estrés es una bomba de tiempo para la salud.
Sugirió así, buscar actividades para reducir el estrés, como hacer ejercicio, escuchar música o asistir a clases de arte, con el fin de enfocarse en algo que alivie el estrés.
Es necesario además acudir al médico primario para hacer chequeos rutinarios, para evaluar cómo está el peso, cómo está la presión, los niveles de colesterol y de azúcar para disminuir los riesgos a largo plazo.
Alcohol y tabaco en la enfermedad cardiovascular
Los hábitos tóxicos como fumar también aumentan el riesgo, pues la nicotina tiene efectos sobre las arterias coronarias.
“Hoy día se ven más mujeres fumando que hombres, por lo que es muy importante que, desde jóvenes, pasemos el mensaje de que se puede pasar bien sin ser necesario fumar, porque son hábitos tóxicos”, detalló la especialista.
Y añadió “está bien tomar una copa de vez en cuando pero como dice la canción, no unas copas de más, porque eso también afecta nuestra salud y tenemos que cuidarnos. Muchas veces porque creemos que somos jóvenes y no nos va a pasar nada, pero el problema es que cuando somos jóvenes vamos acumulando ciertas cosas para cuando llegamos a la adultez, a esos 50 o 60 años y es ahí donde se manifiesta todo esto y no hay marcha atrás”.
Recomendaciones de la especialista
Resulta fundamental crear patrones de actividad física, en los que se pueda integrar a la familia, llevando a los hijos a caminar y aprovechando para compartir tiempo con ellos, para que también salgan de la rutina, así se cambia el patrón de la familia y se les enseña a los hijos a que cuiden su salud.
En las dietas no es necesaria una alimentación vegetariana, se trata de intentar preparar una dieta que alimente, que esté dentro del presupuesto y que contemple, como mínimo, tres comidas por día.
“Aunque muchas mujeres son trabajadoras y no les da tiempo, deben tomar un yogur con cereal o una fruta para iniciar la base de la salud, cosa que cuando sus hijos la necesiten y sean mayores estén presentes para ellos y así también a la edad adulta puedan gozar de un retiro con una salud adecuada y no con una salud que está declinada con enfermedades y sintiéndose como cargas para otras personas porque cuando estamos con diabetes descontrolada fallo cardíaco o presión, muchas veces tenemos que estar yendo a los hospitales con dolores de pecho o por el azúcar descontrolado”, recomendó la Dra. Finch.
En muchos casos las afecciones pueden ser silenciosas especialmente en las mujeres jóvenes, por eso, es recomendable hacer exámenes físicos y de laboratorio por lo menos una vez al año, especialmente cuando se tiene familiares con diabetes o con alta tensión, porque muchas veces los jóvenes creen que no les va a pasar nada y cuando se detectan las condiciones ya no se pueden revertir.
En los pacientes con factores de riesgo se recomienda cada seis meses chequear que por ejemplo el colesterol o el azúcar, se mantengan controladas, así como intentar mantener un peso estable.
“15 minutos tres veces a la semana dedicados a nosotros hacer una actividad física, es dedicar tiempo a nosotros y a nuestra salud”, expresó.
Resaltó también, “la salud es el regalo que Dios nos da todos los días y tenemos que guardarlo y cuidarlo por lo que es muy importante que eduquemos a nuestros hijos, si no quieren comer ensalada, pues un batido de fruta y le pones espinaca y así vas introduciendo a los niños poco a poco a diferentes sabores y cuando sean adultos,se van a cuidar por sí solos”.
Después de la menopausia, aumenta el riesgo de infarto cardíaco porque ya no tiene la protección del estrógeno, por lo tanto, aumenta la hiperlipidemia, lo que a su vez, puede aumentar la presión alta. De aquí, la necesidad de evaluación para evitar riesgos y si es una presión medicada, es importante tomar los medicamentos en el tiempo adecuado para mantenerse estable.
En cuanto a los casos de colesterol elevado, se está en alto riesgo de enfermedades cardiovasculares, por esto, es importante consultar con el médico la necesidad de tomar medicamentos para tener el colesterol adecuado.
Las mujeres especialmente con historial de hipoglucemia o diabetes gestacional tienen mayor riesgo de tener diabetes tipo 2 y eso se va desarrollando mayormente sobre los 40, 50 y 60 años.
¡Cuidado con el estrés!
Se ha visto que el estrés se relaciona con la cardiopatía, principalmente en mujeres que se exponen a niveles tanto de estrés físico como emocional. En ella, asegura la literatura médica científica, existen afectación en su corazón, disminuyendo la función cardíaca, la contrae y dificulta su función normal.
La condición puede presentarse como si fuera un infarto, con dolor de pecho y aunque este caso es irreversible, tiene consecuencias a largo plazo, por lo que lo mejor es controlarla a tiempo.
“Las mujeres somos más propensos a infartos cardiovasculares como los isquémicos y es bien importante que se controlen a tiempo factores de riesgo como diabetes, alta presión, obesidad, falta de ejercicio y hábitos tóxicos, con el fin de mantenerlos bajo control desde sus diferentes aspectos como una glucemia adecuada, una diabetes adecuada y manteniendo la presión lo más normal posible, bajando los riesgos y combatiendo así el enemigo número uno las enfermedades cardiovasculares e infarto cardíaco, que es lo que causa la mortalidad número uno en mujeres, superando afecciones crónicas como cáncer”, puntualizó.