Según cifras recientes de la Organización Mundial de la Salud, un 70% de las mujeres en el ámbito médico se enfrentan al desafío de equilibrar su carrera profesional con la maternidad. Este desafío, lleno de sacrificios y satisfacciones, es una realidad que la Dra. Vanessa Rodríguez Mier, Cardióloga, conoce muy bien.
La Dra. Rodríguez Mier, MD ABIM ABCM, no solo es una profesional médica destacada, sino también una madre dedicada que ha logrado encontrar un balance entre su rol como médico y sus responsabilidades familiares. En una entrevista exclusiva, compartió su experiencia y brindó valiosos consejos para aquellas mujeres que enfrentan el mismo desafío.
Más: Las mujeres de mi vida
«Equilibrar mi rol como cardióloga y madre implica planificar meticulosamente todas mis actividades, tanto profesionales como familiares», explica la Dra. Rodríguez Mier. «Siempre es importante planificarse y no tener miedo de aspirar a una carrera médica y una vida familiar plena.»
Uno de los mayores desafíos que enfrenta es dedicar tiempo de calidad a su familia mientras cumple con sus responsabilidades médicas. «Salir del hospital u oficina no significa que el trabajo termine. A veces es difícil explicar a mis hijas por qué debo ausentarme o atender llamadas, pero han comprendido que salvar vidas es una labor noble», comparte la Dra. Rodríguez Mier.
Entre los momentos más emotivos que ha vivido como madre y médico, destaca el reconocimiento de sus pacientes y el orgullo que sienten sus hijas al escuchar sobre su trabajo. «Cuando mis hijas ven la gratitud de los pacientes y comprenden que contribuyo a salvar vidas, esos son los momentos más satisfactorios tanto para mi carrera como para mi vida como madre», dice con emoción.
La maternidad ha sido una lección de altruismo para la Dra. Rodríguez Mier. «No hay espacio para el egoísmo cuando eres madre. Tus hijos son tu razón de ser, y cada día te levantas con la motivación de darles lo mejor», reflexiona.
Conoce: La endometriosis afecta a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva en el mundo
Esta experiencia como madre también ha fortalecido su empatía como médico. «Ser madre me ha enseñado a comprender mejor no solo las enfermedades físicas, sino también los problemas sociales de mis pacientes. Me ha permitido brindar un cuidado más integral», afirma.
A pesar de los desafíos, el mayor impulso de la Dra. Rodríguez Mier es sentirse orgullosa de su carrera y el impacto positivo que tiene en la vida de sus pacientes. «Cada día, salir adelante significa estar un paso más cerca de brindar una atención de calidad y hacer una diferencia en la vida de quienes confían en mí».