La artritis reumatoide puede presentarse como una realidad compleja y, en ocasiones, malentendida. La Dra. Amarilis Pérez De Jesús, reumatóloga, nos guía con profundidad a través del concepto de remisión en este contexto, un término que, a diferencia de su asociación más común con el cáncer, no resuena con frecuencia en el ámbito de la artritis reumatoide.
«La remisión implica estar libre de síntomas y signos de la enfermedad en cuestión», subraya la Dra. De Jesús. Esta definición, aunque aplicable a una variedad de condiciones, adquiere una importancia especial en la artritis reumatoide. No se trata simplemente de sentirse mejor, sino de estar completamente libre de la enfermedad.
Más allá del dolor
La artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune crónica, merece un entendimiento más allá de la percepción común de «dolor articular». La Dra. De Jesús recalca su naturaleza sistémica, extendiéndose más allá de las articulaciones para afectar órganos diversos. «Es vital comprender que la artritis reumatoide va más allá del dolor articular; puede afectar diversos órganos y ocasionar daño permanente en ellos», enfatiza.
Esta enfermedad, lejos de discriminar por edad, puede manifestarse desde la adolescencia, afectando a niños desde los 2 años. La Dra. De Jesús destaca que la artritis reumatoide no es exclusiva de la población adulta y es más prevalente en mujeres que en hombres.
«Aunque el dolor, la rigidez y el entumecimiento en las articulaciones son síntomas prominentes, también es crucial destacar que el agotamiento extremo puede ser un indicador significativo», advierte la Dra. De Jesús. La fatiga intensa, incluso en ausencia de dolor articulatorio evidente, puede impactar la calidad de vida y el funcionamiento diario de los pacientes.
La conexión entre la artritis reumatoide y la salud mental no debe pasarse por alto. La depresión puede surgir como una consecuencia de la carga emocional que implica el dolor crónico y la fatiga constante. «La artritis reumatoide es una condición crónica sistémica autoinmune que requiere un enfoque integral y comprensión para abordar tanto los aspectos físicos como los emocionales de la enfermedad», destaca la Dra. De Jesús.
En un ciclo intermitente, los pacientes experimentan periodos de alivio y exacerbación, conocidos como «flares» o episodios agudos. La Dra. De Jesús revela que estos momentos pueden desencadenarse por factores como el estrés, la presencia de virus o condiciones climáticas específicas.
«El clima puede tener un impacto significativo en los síntomas de la artritis reumatoide», explica la Dra. De Jesús. Los cambios en la presión atmosférica afectan a los micro receptores barométricos en las articulaciones, exacerbando los síntomas en días lluviosos, húmedos o calurosos con alta humedad.
Aunque la aspiración de muchos reumatólogos es lograr la inactivación completa de la artritis reumatoide, la Dra. De Jesús reconoce la realidad: «La mayoría de los pacientes continúan experimentando síntomas». A pesar de las teorías sobre posibles causas, la cura sigue siendo esquiva.
Mejorando la calidad de vida: buscando la remisión y la participación activa
La Dra. De Jesús destaca la importancia de la identificación y tratamiento tempranos para prevenir complicaciones. Sin embargo, reconoce que la ventana de tratamiento a menudo se ve obstaculizada por la demora en el acceso a especialistas.
«El objetivo principal es mejorar la calidad de vida del paciente», declara la Dra. De Jesús. Buscar la remisión, definida como la actividad mínima de la enfermedad o la ausencia de signos y síntomas, es una prioridad.
En un llamado a la acción, la Dra. De Jesús destaca la participación activa del paciente en su propio cuidado. «Es esencial comprender que la enfermedad es suya, y la responsabilidad recae en usted», subraya. La educación y la participación activa en la toma de decisiones son herramientas poderosas para empoderar a los pacientes en la gestión de su enfermedad.
Lee más: Ejercicios de bajo impacto para pacientes con artritis reumatoide