En los últimos años, el tango argentino ha funcionado como un aliado sorprendente en la lucha contra la enfermedad de Parkinson, una enfermedad que afecta el sistema nervioso y compromete el control del movimiento del cuerpo. Así, un estudio reciente realizado por científicos italianos ha puesto de relieve cómo esta danza típica puede desempeñar un papel crucial en la gestión de los síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa.
El congreso de Parkinson celebrado en Milán, Italia, organizado por la Fundación Carlo Besta, destacó al tango argentino como una terapia especialmente efectiva. Los neurólogos italianos señalaron que este baile ofrece una combinación única de movimientos a diferentes velocidades, giros, y cambios repentinos, lo que lo convierte en un ejercicio ideal para mejorar el equilibrio y la coordinación.
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Por su parte, el Dr. Roberto Eleopra, director del Departamento de Neurociencias Clínicas, explicó cómo estos movimientos desafiantes estimulan áreas clave del cerebro relacionadas con el control motor, lo que puede ayudar a los pacientes a recuperar automatismos motores perdidos.
Más allá de lo físico
La Dra. Barbara Garavaglia, del departamento de diagnóstico y tecnología aplicada de neurogenética molecular de Besta, destacó que esta forma de terapia también promueve la sociabilidad, reduciendo el aislamiento y mejorando la calidad de vida emocional de los pacientes. A través del contacto y la interacción con los demás, el tango no solo ofrece beneficios físicos, sino que también fomenta un cambio positivo en la perspectiva y actitud hacia el diagnóstico, aumentando la autoeficacia y la sensación de control sobre el propio cuerpo.
El famoso neurólogo estadounidense Oliver Sacks ya había señalado en su libro «Musicophilia» el poder de la música en el tratamiento del párkinson. La música, con su ritmo y melodía, puede ayudar a recuperar el ritmo interno perdido en los pacientes con párkinson, proporcionando una herramienta invaluable para mejorar el movimiento.
¿Por qué el tango?
El Dr. Sergio Rodríguez Quiroga, neurólogo del Hospital General de Agudos Dr. José María Ramos Mejía, explica que el tango es una forma de danza especialmente adecuada para los pacientes con párkinson. Requiere atención, coordinación y equilibrio, desafíos que estimulan al cerebro a encontrar nuevos caminos para el movimiento. Además, el tango ofrece una combinación única de música, movimiento y contacto físico, creando una experiencia gratificante y socialmente enriquecedora para los pacientes.
El baile de tango no solo implica movimiento físico, sino que también ejercita la mente. Al aprender nuevos pasos y coordinar movimientos con la música, los pacientes estimulan áreas cognitivas clave del cerebro, mejorando la memoria y la función cerebral en general.
Los estudios científicos respaldan la eficacia del tango argentino como terapia para el párkinson. Investigaciones previas han demostrado que la tangoterapia es segura y efectiva para mejorar los síntomas motores y emocionales de la enfermedad. Además, el tango ofrece una forma divertida y estimulante de rehabilitación, permitiendo a los pacientes conectarse con el movimiento a través de la música y la danza.
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