«La música es una herramienta poderosa que va más allá de la mera expresión artística; su influencia se extiende al desarrollo cognitivo de nuestros niños y jóvenes». Así lo afirma Francisco Javier Quiñones, músico, compositor y educador, quien destaca la importancia de utilizar la música de manera consciente para enriquecer las vidas de las nuevas generaciones.
En su análisis, Quiñones resalta el papel crucial de la música desde el período prenatal. «La exposición a géneros musicales específicos durante el tiempo que el niño está en el vientre contribuye al desarrollo efectivo de su audición y cerebro».
La música culta de compositores clásicos, según estudios, ha demostrado ser especialmente beneficiosa en esta etapa, estimulando y favoreciendo el crecimiento saludable de aspectos clave en la fase inicial de la vida.
Dentro del hogar, el músico y educador sugiere la incorporación de juegos rítmicos para estimular el lenguaje en los niños. «El ritmo, por ejemplo, entrena nuestro cerebro para mejorar habilidades lingüísticas y movimientos motores, tanto en niños como en adultos mayores». Además, propone el uso estratégico de géneros de música clásica específicos para potenciar tanto el aspecto auditivo como el cognitivo de la música y el lenguaje en los más pequeños.
La música como estimulante cerebral: tres puntos clave
1. Ritmo y desarrollo cognitivo
«El ritmo, como elemento central en la música, despierta y activa nuestro cerebro, contribuyendo al desarrollo de habilidades lingüísticas y movimientos motores. Este estímulo no solo es beneficioso para los niños en sus etapas iniciales, sino que también impacta positivamente en adultos mayores».
2. Melodía y emociones
«La melodía no solo es un conjunto de notas, sino un catalizador emocional. Actúa directamente en nuestros estados de ánimo, generando alegría, tristeza o motivación. Las variaciones melódicas de una canción pueden influir significativamente en nuestras emociones, destacando así la poderosa conexión entre la música y nuestro bienestar emocional».
3. Armonía y estimulación cerebral
«La armonía, al fusionar sonidos de manera coherente, desencadena reacciones tanto en el ámbito del lenguaje como en el musical. Estimula áreas específicas de nuestro cerebro, contribuyendo así a un desarrollo cognitivo más completo».
Estos tres puntos clave evidencian cómo la música no solo enriquece nuestra experiencia auditiva, sino que también desempeña un papel esencial en el desarrollo de habilidades lingüísticas y emocionales. «La música, como herramienta versátil, se convierte en un aliado invaluable en el proceso de crecimiento y aprendizaje de nuestros niños y jóvenes». Con estos conocimientos, podemos aprovechar conscientemente el poder de la música para cultivar mentes más agudas y emociones más equilibradas en las generaciones futuras.
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