Desafortunadamente, las mujeres siguen enfrentando problemas para acceder a la salud. Muestra de ello, es que, recientemente, la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que cada vez más mueren más embarazadas debido a problemas al acceso a los sistemas salubristas, entre otros problemas.
De hecho, la ONU reveló, en uno de sus más recientes informes, titulado “Tendencias en la mortalidad materna”, que cada dos minutos fallece una mujer en estado de gestación o, incluso, al momento del parto.
En pleno siglo veintiuno, según determinó el mencionado texto, no hay mayores avances en el cuidado de la mujer embarazada. La misma Organización Mundial de la Salud hizo serias advertencias sobre los desafíos que enfrentan las futuras madres alrededor del mundo.
“Pese a que el embarazo debería ser un momento de enorme esperanza y una experiencia positiva para todas las mujeres, sigue siendo por desgracia una experiencia increíblemente peligrosa para millones de mujeres de todo el mundo que carecen de acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad”, cuestionó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Con esa advertencia, el funcionario aseguró que estas alarmantes estadísticas deben lograr que, en todo el globo terráqueo, se tomen medidas urgentes para garantizar la vida de las féminas que están a punto de dar a luz. Por ello, envió una exhortación a los gobiernos del mundo para que garanticen que “todas las mujeres y niñas tengan acceso a servicios de salud cruciales antes, durante y después del parto, y que puedan ejercer plenamente sus derechos reproductivos”, aseveró Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De hecho, uno de los factores que incidió en que tantas mujeres mueran en su proceso de embarazo se debió a la pandemia del covid-19. En el informe, por ejemplo, se evidencia que en el 2020, el año en que ese virus azotó a la humanidad, fue cuando más mujeres murieron cuando estaban en el proceso de convertirse en madres. Los sectores más azotados por esta situación fueron algunos de los más pobres como los de la África Subsahariana (70%).
La ONU reveló que fueron 287.000 mujeres, en proceso de maternidad, que perdieron la vida ese año. “Esa cifra constituye solo un ligero descenso desde las 309 000 muertes maternas de 2016, cuando se pusieron en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”, reza el texto.
Sin embargo, hay que aclarar que, aunque se presentaron las citadas miles de muertes, se resaltan “ciertos avances considerables en la reducción de la mortalidad materna entre 2000 y 2015”. No obstante, enfatizan en que durante esas épocas hubo retroceso en otros aspectos de salud para las féminas.
Muestra de ello es que en Europa, América del Norte, América Latina y el Caribe “la tasa de mortalidad materna se incrementó entre 2016 y 2020 en un 17% y un 15%, respectivamente”, alerta el informe de la ONU.
Inclusive, el mismo Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) adviertió que la maternidad, que debería ser un momento de alegría para las familias, se empaña con las muertes de las futuras mamás.
“Ninguna madre debería temer por su vida al traer un bebé al mundo, especialmente cuando se dispone de los conocimientos y las herramientas para tratar las complicaciones habituales. La equidad en la atención de salud significa ofrecer a todas las madres, independientemente de su identidad o lugar de residencia, la oportunidad justa de un parto seguro y un futuro saludable con su familia”, aseveró la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
Tras revelar estas aterradoras cifras, varias de esas organizaciones recomendaron prestar atención a los factores de riesgo que aumentan las muertes maternas como las enfermedades del corazón, la hipertensión, entre otros.