Puerto Rico y el Caribe vienen enfrentando olas de calor sin precedentes, por lo que muchos ciudadanos optan por dormir en las noches con el ventilador o abanico prendido. Sin embargo, varios de ellos ignoran el riesgo que podría traer para la salud el pasar varias horas expuestos al viento que impulsan esos aparatos.
“Los ventiladores, en este caso los abanicos de techo, el problema que tienen es que cuando los pacientes se acuestan a dormir, están recirculando todos los alérgenos como polvo, ácaros y hongos que están en el el aire”, explicó a BeHealth el Dr. Luis Nieves-Garrastegui, neumólogo.
El doctor asegura que, al tener efectos nocivos para la salud, ningún hospital o clínica utiliza esos ventiladores de techo. “Todos tienen aire acondicionado y es una de las cosas que le ayuda a uno a mantener un ambiente controlado con aire puro sin tener ningún alérgeno”, dijo.
Aunque los abanicos, como le dicen a esos electrodomésticos en Puerto Rico, se utilizan para que entre aire frío y las personas logren conciliar el sueño en la noche, el doctor aseguró que se debe tener cuidado porque se podría aumentar el riesgo de que a los pulmones y tracto respiratorio ingrese el llamado polvo casero.
“El polvo casero tiene varios componentes y uno de ellos es el ácaro. El ácaro es como un cangrejito microscópico que puede vivir en la arena y puede producir alérgenos de sus excrementos; eso es lo que hace daño”, advirtió el especialista.
Los expertos recomiendan a los pacientes que, si en todo caso utilizan los ventiladores, intenten limpiarlos con periodicidad para que los rastros de polvo, mugre y otras sustancias nocivas no afecten a los pacientes, sobre todo a los que tienen alergias.
“Recuerden, los pacientes que tienen alergia tienen dos fases: la fase temprana y la fase tardía. La fase temprana es el momento que se exponen; la fase tardía, es cuando hay mediadores de inflamación que surgen luego de la fase primaria y entonces ataca siete, ocho o diez horas después del evento índice de la exposición”, aseguró el galeno.
La principal recomendación es para los pacientes con asma, sobre todo los niños y los adultos mayores: no deben estar cerca a ventiladores porque sus pulmones podrían vivir serias anomalías.
Así las cosas, el doctor dejó una serie de advertencias para estar al tanto cuando esta situación de riesgo se presente y así se puedan tomar cuanto antes las medidas pertinentes.
“Ocho o diez horas después, cuando esté en mi casa, me van a empezar otra vez los síntomas de alergia. Y esa es la fase que está mediada por los inflamatorios; por eso es que hay que saber esto, porque se tratan las dos fases en pacientes alérgicos, la fase temprana y la fase que viene luego, la tardía”, añadió.
Aunque se cree que los humidificadores son buenos, el doctor dijo que es mejor “nunca” usarlos debido a que no contribuirían, según explicó el experto, a la purificación de aire”. ¿Qué hacer entonces? Hay que evitar los ventiladores en las noches porque se “mueve el aire y luego se circula, después se filtra y causa problemas”, alertó.
Y agregó: “A lo mejor para estos pacientes el aire acondicionado puede traerles mucha alergia, así que deben usar un purificador”, concluyó.