Normando Valentín es uno de los periodistas investigativos con mayor trayectoria en la isla y entre sus 32 años de carrera profesional, ha tenido espacio para educar a sus hijos y para estrenarse en el papel de abuelo de una hermosa bebé.
Su profesión más importante: ser papá
Su hijo mayor tiene 27 años y así seguidos continúan sus otros hijos con 25, 24, 22, 20 y 12 años.
“¿Qué te puedo decir de cada uno de mis hijos?, que son diversos, más allá de unos parentescos físicos no son iguales. Es una cosa increíble porque tienen talentos y disciplinas distintas y son una mezcla de muchachos y no dejo de sorprenderme con ellos”, destacó.
Con su primera esposa tuvo tres hijos y con su esposa actual tuvo a Génesis, su nena menor, pero su esposa actual tenía dos niños que siente como propios y los ama como a los demás, “los tuyos, los míos y la de nosotros», resaltó con una sonrisa.
Sus hijos
Su niña que está en la preadolescencia es la más parecida a él, es amante de la historia y la academia.
“Ninguno hasta ahora se ha tirado por el área de las comunicaciones”, destacó mientras reconoció que esto le genera algo de tranquilidad.
Cinco millennials y una preadolescente
Cuidar a su niña de los peligros que conoce bien por su profesión es una tarea difícil.
“Nos dimos cuenta que en las noches ella salía hablando de temas del trabajo de su padre “noticias que impactan y los alteran” y por eso decidimos que dejara de escuchar el noticiero porque sí se impacta”, afirmó.
Aunque ama su profesión sabe que diferentes momentos lo han alejado de sus hijos, entre algunas anécdotas recuerda, “cuando el Huracán María, Génesis preguntaba por qué, mientras otros padres estaban con sus niños, papá debía salir de casa y yo siempre explicaba que era mi trabajo”.
“Creo que mis hijos mayores quedaron marcados con el trabajo y las ausencias de papá. Yo rompía la noche, me levanté a las 3:20 de la mañana por 11 años y creo que eso les afectó al extremo de no querer la profesión de papá”, afirmó.
Es consciente de que esto le tranquiliza, especialmente con el tema actual de las redes sociales que es tan fuerte en algunos aspectos.
“Yo no soy de esos que quiere que los hijos hagan lo mismo de los papás”, aseguró.
Los retos de su paternidad
“Tengo una relación buena gracias a Dios. El que sean los hijos tuyos, los míos y los de nosotros, tenía el reto de si se la iban a llevar bien todos y sí lo pudimos hacer”, exaltó.
Recuerda que cuando eran pequeños las vacaciones junto a sus seis hijos eran caóticas, perdían aviones, unos no se levantaban, otros se enfermaban, pero ahora tienen una buena comunicación y en las festividades especiales todos se reúnen.
“Todos mis hijos se ayudan, se buscan y tienen una relación bien chula”, expresó sonriente.
Su papel como abuelo
“Cuando ella (su nieta) nació yo me fui al baño al otro día y me miré al espejo y me dije: si yo no me veo como un abuelo todavía”, recuerda mientras afirma que aún es un hombre joven y apuesto.
Al principio no me lo creía, pero ahora tenemos un feeling bien chulo y lo mejor es que cuando empiezan a molestar, llamas al papá y se lo llevan (risas).
De su nieta destaca que es una niña muy inteligente y cada día se deja sorprender con sus avances.
Papá en etapas diferentes
Cuando nació su primer hijo, Normando tenía 23 años y cuando nació su última hija, tenía 40 años, estas épocas diferentes le hicieron comprender la importancia de la madurez.
“Yo rememoraba la época de crianza de mi hijo y me daban sentimientos de culpa, porque no tenía la paciencia y los conocimientos y te puedo decir que yo mirándome a la distancia yo rayaba en el maltrato. Mi crianza fue bien fuerte porque yo era una joyita y por eso, yo le pedí perdón ahora a mi hijo porque uno se queda con ese poquito de culpa”, expuso.
Un mensaje para los padres jóvenes
A los jóvenes que se están casando les sugiere no tener prisa en tener niños, sino darse espacio de madurar y disfrutar de su pareja y para quienes ya los tienen, solo pide paciencia y comunicación.