¿Te has preguntado alguna vez cómo la alimentación puede influir en el desarrollo de condiciones como la enfermedad arterial periférica? Hoy te compartiremos en detalle cómo nuestras elecciones alimenticias pueden desempeñar un papel crucial en la prevención y el manejo de esta afección de la mano de la licenciada Aida Cisco, nutricionista-dietista.
Partiendo de la premisa de que la acumulación de lípidos en los tejidos puede desencadenar la enfermedad arterial periférica, la Lcda. Cisco enfatizó en la importancia de comprender cómo nuestra alimentación puede afectar la salud de nuestras arterias.
«Los alimentos ultraprocesados, carbohidratos simples, azúcares procesados, alimentos enlatados y comida chatarra, todos pueden contribuir de manera negativa a esta condición», dijo.
Asimismo, en la búsqueda constante de mejorar nuestra comprensión de la nutrición y su impacto en la salud, se están realizando investigaciones sobre el efecto de los azúcares de la dieta en la flora intestinal y su posible relación con diversas condiciones de salud. Se ha descubierto que los edulcorantes artificiales y otros azúcares no calóricos pueden alterar la composición de la microbiota intestinal, lo que podría tener repercusiones en la salud metabólica y la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Sin embargo, es importante destacar que esta área de estudio aún se encuentra en desarrollo, y no existen conclusiones definitivas. La Lcda. Cisco enfatiza que «lo más importante es mantenerse actualizado con la información más reciente y buscar la orientación de profesionales de la nutrición calificados para tomar decisiones informadas sobre la alimentación y su impacto en la salud».
Alimentos que debes evitar
Azúcares simples
La licenciada Cisco nos insta a prestar atención al contenido de azúcar en las bebidas que consumimos. Si una bebida tiene un alto contenido de azúcar, debemos ser conscientes de su impacto en nuestra salud.
“Cuando consumimos bebidas con un etiquetado nutricional que muestra un alto contenido de azúcar, deberíamos ser conscientes de su impacto. Si un líquido parece muy brillante o fosforescente haga el ejercicio de verificar cuánto porcentaje de azúcar contiene”, precisó la licenciada.
Productos ricos en almidón
Además de los azúcares simples, debemos tener cuidado con los productos ricos en almidón y que carecen de fibra, como las harinas refinadas, ya que pueden elevar los niveles de triglicéridos en la sangre. También es importante ser consciente del consumo excesivo de proteína animal procesada, como salchichas y jamón, ya que esto puede aumentar los niveles de LDL (colesterol malo) y el colesterol total en la sangre.
Cuidado con los productos a base de plantas
“Es fundamental siempre leer las etiquetas nutricionales, ya que, aunque estos productos no provengan de animales, pueden ser altamente procesados, con un contenido elevado de sodio y otros aditivos innecesarios. Así que, aunque sea una alternativa, debemos tener en cuenta que no todos los productos basados en plantas son igualmente saludables”, compartió la licenciada.
Carbohidratos
Los cereales y productos farináceos son apreciados por muchos, pero es importante optar por opciones integrales siempre que sea posible. La adaptación al sabor y la textura de los productos integrales puede requerir tiempo, pero son más saludables en general. Además, es esencial aprender a leer las etiquetas y seguir las instrucciones de cocción adecuadas para aprovechar al máximo los beneficios nutricionales. “Si bien los carbohidratos son una parte esencial de nuestra dieta, es importante optar por opciones integrales siempre que sea posible”.
Con los productos integrales, a menudo es necesario adaptarse a su sabor y textura. También debemos aprender a leer las etiquetas y seguir las instrucciones de cocción adecuadas. Por ejemplo, el arroz integral, que es de grano largo, requiere un poco más de atención al cocinarlo, ya que hervir el agua antes de agregar el arroz puede acortar el tiempo de cocción. Además, es importante conocer la proporción de agua adecuada.
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En el caso de la avena, se recomienda optar por la avena en hojuelas grandes en lugar de la instantánea, ya que la primera conserva mejor su valor nutricional. Estrategias prácticas como dividir la avena en porciones de un cuarto de taza y preparar «overnights» pueden facilitar la incorporación de alimentos saludables a tu dieta diaria.
“Priorizar y planificar son claves para tomar decisiones alimenticias más saludables y menos procesadas. Si dependemos en gran medida de opciones listas para consumir, es posible que no obtengamos todos los nutrientes necesarios”, mencionó.
En cambio, al planificar nuestras comidas y controlar las porciones, podemos asegurarnos de que nuestra dieta sea rica en nutrientes y menos procesada.
Hidratación
“Mantenerse bien hidratado es clave para la salud en general”. Se debe evitar el consumo de bebidas azucaradas, ya que el exceso de azúcar añadida se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares y niveles elevados de triglicéridos. Hay alternativas saludables disponibles, como infusiones de hierbas que pueden dar sabor al agua sin la necesidad de añadir azúcar.
La miel también es azúcar
Aunque la miel es un azúcar natural, el cuerpo la metaboliza de manera similar a otros azúcares, por lo que se debe consumir con moderación. La licenciada destaca que debemos ser conscientes de nuestro consumo de azúcares procesados, incluso cuando optamos por alternativas más saludables como la miel.
Impacto de la obesidad
La obesidad también puede agravar la enfermedad arterial periférica, ya que está relacionada con una mayor inflamación en el cuerpo. La inflamación crónica puede tener consecuencias negativas en nuestros órganos. Para evaluar el riesgo de obesidad, es útil medir la circunferencia de la cintura, que refleja la acumulación de grasa central cerca del corazón y los órganos internos. “Mantener la circunferencia de la cintura por debajo de 35 pulgadas en las mujeres y 40 pulgadas en los hombres es deseable para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad”.
Una mayor circunferencia de la cintura, que refleja la acumulación de grasa central cerca del corazón y los órganos internos, puede aumentar el riesgo de diversas enfermedades, no solo la enfermedad arterial periférica.
Finalmente, la especialista resaltó que “debemos recordar que la alimentación es solo una parte de un estilo de vida saludable. Además de la nutrición, otros factores como el ejercicio y la genética pueden influir en la enfermedad arterial periférica”.
Cómo debería ser tu plato
La licenciada Cisco nos presenta una imagen visual para ayudarnos a planificar nuestras comidas. Imagina un plato dividido en tres partes, donde la mitad debe estar compuesta por alimentos vegetales, ya que estos aportan fibra, tanto insoluble como soluble. La fibra insoluble es beneficiosa para la digestión y la evacuación, mientras que la fibra soluble puede ayudar a atrapar grasa y azúcares, evitando que se absorban completamente.
En cuanto a las proteínas, el pescado se presenta como una elección ideal, y “se recomienda consumirlo al menos dos veces a la semana. Alternativamente, podemos optar por pollo, pavo y pescado. Para aquellos que deseen explorar una dieta más basada en plantas, los granos y las nueces son excelentes fuentes de proteínas vegetales saludables”. Sin embargo, si decides hacer esta transición, es fundamental consultar a un nutricionista dietista para garantizar un equilibrio adecuado de nutrientes.
Además, es fundamental buscar la guía de un profesional de la nutrición para crear un plan alimenticio que se ajuste a nuestras necesidades individuales y nos ayude a mantener un estilo de vida saludable a largo plazo.
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