En la gestión de la diabetes, el monitoreo constante de los niveles de azúcar desempeña un papel crucial. La Dra. Coral López, endocrinóloga pediátrica, destaca la importancia de este seguimiento para garantizar un control glucémico adecuado y la salud a largo plazo de los pacientes. Según la Dra. López, «se recomienda que el paciente realice este monitoreo al menos cuatro veces al día: antes del desayuno, almuerzo, cena y antes de acostarse».
El objetivo de este monitoreo, realizado en el hogar, es verificar y analizar patrones en los niveles de azúcar, asegurando que no haya episodios de hipoglucemia (niveles inferiores a 70) o niveles persistentemente elevados (superiores a 200). La Dra. López aconseja a los pacientes «llevar una libreta donde registren específicamente los niveles de azúcar antes de cada comida y antes de dormir». Además, destaca el uso de herramientas tecnológicas como el Monitor Continuo de Glucosa (CDM), que «se coloca en el cuerpo durante 10 días y proporciona mediciones constantes». Estas herramientas no solo ofrecen comodidad sino también una visión completa de la fluctuación de los niveles de azúcar a lo largo del tiempo.
“Cuando los pacientes nos consultan sobre la importancia de este seguimiento durante sus visitas, les explicamos que la información recopilada es fundamental. No solo nos ayuda a ajustar la dosificación de insulina, ya sea aumentándola o reduciéndola, sino que también proporciona una evaluación del control glucémico del paciente. Este enfoque proactivo es esencial para optimizar el manejo de la diabetes y garantizar la salud a largo plazo del individuo”, expresó la especialista.
Como punto final, la Dra. López enfatiza la necesidad de que los pacientes acudan a sus citas de seguimiento con el endocrinólogo, al menos cada tres o cuatro meses. Además, destaca la importancia de seguir rigurosamente el régimen de medicación o inyecciones de insulina prescrito por el médico. Este enfoque integral, según la Dra. López, contribuye significativamente a mantener una salud óptima y a prevenir complicaciones a largo plazo asociadas con la diabetes.
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