El prurigo nodular es una enfermedad de la piel en la que se forman lesiones como ronchas duras, costrosas y que pican intensamente. Entre los principales síntomas de la enfermedad se destacan la picazón y las lesiones en la piel, estos síntomas suelen ser bastante incomodos y tienen un impacto profundo en la calidad de vida del paciente.
De acuerdo con los NIH, la causa exacta es desconocida. Sin embargo, las investigaciones en curso sugieren que la enfermedad puede ser causada por una relación anormal entre el sistema inmunológico, el sistema nervioso y la piel que conduce a una inflamación no desead que provoca un ciclo crónico de picazón y rascado que conduce a la formación de protuberancias del prurigo nodular.
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El Genetic and Rare Diseases Information Center y el NIH, revelan estadísticas que muestran que aproximadamente el 80% de las personas con prurigo nodular tienen dermatitis atópica, asma o fiebre del heno, o tienen parientes con estos problemas (en comparación con el 25% de la población). Asimismo, algunas personas con prurigo nodular tienen o han tenido otras enfermedades, como problemas en el hígado o en el riñón, traumas en la piel, infecciones, deficiencia inmunológica, como infección por el virus de inmunodeficiencia humana, hipotiroidismo, neoplasias de la sangre como linfoma, o ansiedad u otras condiciones psiquiátricas.
Algunas complicaciones
A pesar de que el prurigo nodular no tiene problemas graves, es una enfermedad crónica y a menudo muy difícil de tratar y puede tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente.
De acuerdo con el Dr. Fitzgeraldo Sánchez, en cuestiones psicológicas los pacientes con prurigo nodular pueden desarrollar ansiedad “no hay ese control de si me sigo rascando voy a afectar la piel y siguen rascándose porque la ansiedad de tener ese picor no los deja parar”, aclaró el dermatólogo. Los pacientes con prurigo nodular pueden además alejarse de las relaciones sociales para evitar que las lesiones en la piel ( callos o heridas) sean vistas y generen interrogantes en su entorno.
“Es importante el acompañamiento de pacientes con VIH o tuberculosis que tienden a tener este tipo de picor generalizado y, que son personas que tienen a evitar las preguntas de la gente y a aislarse”, finalizó el especialista en dermatología.
Por otra parte, la posibilidad de presentar infecciones es alta, por lo que es recomendable vigilar de cerca las lesiones y acudir en busca de tratamiento profesional cuando la piel se ha lesionado por el rascado.
Fuente: Genetic and Rare Diseases Information Center y NIH