El síndrome de Ramsay-Hunt se ha convertido en tema de conversación tras conocer que el cantante Justin Bieber canceló presentaciones debido a que atraviesa una parálisis facial a raíz de sufrir la enfermedad, pero ¿de qué trata?
El síndrome de Ramsay-Hunt que padece Bieber es un trastorno neurológico que surge de una infección en el nervio de la cabeza cercano al oído. Es causado por el virus de la varicela y herpes zóster, este último también llamado culebrilla. Las personas que en algún momento tuvieron varicela pueden padecer la enfermedad en los extraños casos en que el virus se reactiva.
“Como pueden ver, este ojo no parpadea, no puedo sonreír en este lado de la cara, esta fosa nasal no se mueve”, compartió el canadiense mediante un vídeo en su cuenta de Instagram.
Una de las formas más comunes en las que se presenta el síndrome es, tal como le ha pasado al cantante de 28 años, mediante la parálisis facial en un solo lado de la cara. También se puede reflejar como una erupción en el oído o la boca.
Síntomas del síndrome de Ramsay-Hunt
La condición suele reflejarse en cada 5 de 100,000 personas en Estados Unidos, según la Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD, por sus siglas en inglés). Los adultos mayores de 60 son los que tienden a presentar el síndrome. En casos inusuales, la enfermedad puede afectar a los niños.
Entre sus síntomas se encuentran el dolor de oído, vértigo, erupciones en el lado afectado, y parálisis facial que causa dificultad para cerrar los ojos o comer. Zumbidos en el oído o pérdida de la audición también pueden presentarse.
Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Ramsay-Hunt
El diagnóstico se puede confirmar mediante distintas pruebas de sangre para detectar el virus de la varicela-zóster, electromiografía, y resonancia magnética.
Para tratarlo suelen utilizar antinflamatorios como esteroides, medicamentos antivirales y analgésicos para el dolor persistente, preferiblemente, entre las primeras 72 horas de reflejar algún síntoma. También se ofrecen terapias para ejercicios faciales.
Las complicaciones incluyen cambios en las facciones, espasmos faciales, daños al ojo, o que los nervios se dirijan a estructuras erróneas causando reacciones corporales anormales. Puede suceder que, a pesar de las terapias, permanezca algún grado de parálisis facial o la pérdida de audición.
De no haber mucho daño en varias semanas se puede ver la mejoría, sin embargo, se recomienda visitar al doctor tan pronto presente algún síntoma para posibilitar una pronta recuperación.