Desde que se descubrieron e introdujeron las vacunas en el campo de la medicina han salvado millones de vidas. También han ayudado a hacer desaparecer enfermedades potencialmente mortales, en primer lugar la viruela. Sin embargo, muchas personas parecen haber olvidado los pasos importantes y los grandes beneficios de las vacunas.
¿Qué son las vacunas?
Las vacunas son preparaciones biológicas que consisten en microorganismos muertos o atenuados, o algunos de sus antígenos, o sustancias producidas por microorganismos y seguras (como el toxoide tetánico resultante del tratamiento de la toxina tetánica) o, nuevamente, de proteínas obtenidas con técnicas de ingeniería genética.
Las vacunas generalmente también contienen agua estéril (o una solución fisiológica a base de solución salina) y algunas también pueden contener, en pequeñas cantidades, un adyuvante para mejorar la respuesta del sistema inmunológico, un conservante (o un antibiótico) para prevenir la contaminación de la vacuna por parte de las bacterias, algunos estabilizadores para mantener inalteradas las propiedades de la vacuna durante el almacenamiento.
¿Cómo funcionan?
Una vez administradas, las vacunas simulan el primer contacto con el agente infeccioso al evocar una respuesta inmunológica (inmunidad humoral y celular) similar a la provocada por la infección natural, pero sin provocar la enfermedad y sus complicaciones.
El principio detrás de este mecanismo es la memoria inmunológica: la capacidad del sistema inmunológico para recordar qué microorganismos extraños atacaron nuestro cuerpo en el pasado y responder rápidamente (la ausencia de una memoria inmunológica es la razón por la que los niños pequeños van encontrar enfermedades infecciosas con más frecuencia que los adultos). Sin las vacunas, nuestros cuerpos pueden tardar hasta dos semanas en producir suficientes anticuerpos para contrarrestar al invasor.
No vacunar a los niños, ¿cuáles son los riesgos?
No vacunar supone afrontar una serie de importantes riesgos relacionados con la salud del niño y del adulto. Algunas de estas enfermedades son:
- Virus del sarampión
- Rubéola
- Meningitis
- Tos ferina
¿Por qué es importante vacunar a tus hijos?
A pesar de las numerosas campañas de vacunación, aún queda mucho por hacer en materia de vacunas . La vacuna es la única forma que tenemos de defendernos de las enfermedades infecciosas que, en el peor de los casos, pueden provocar la muerte.
Las vacunas representan hoy en día el método más seguro para evitar enfermarse y no transmitir una enfermedad a otros , son un arma ganadora contra enfermedades erróneamente consideradas desaparecidas, como la difteria y la poliomielitis , aún presentes en algunas partes del mundo.