A las 31 semanas de embarazo, o 29 semanas después de la concepción, el bebé habrá finalizado la mayor parte de su desarrollo principal. Ahora es momento de subir de peso y rápido.
Su epidermis es más tersa y rosácea, porque el bebé ya tiene algo de grasa debajo de la piel y los capilares ya no son visibles en la superficie. ¡Su estiramiento progresivo puede hacer que se sienta un poco apretado en la barriguita de mamá!
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Sus ojos y oído mejoran y el funcionamiento de los pulmones también mejora.
En esta etapa del embarazo es normal empezar a notar contracciones preparatorias.
Notarás que la barriga se endurece durante unos segundos, pero, en teoría, no deberían ser contracciones dolorosas. En cualquier caso, si tienes alguna duda, por mínima que sea, consulta con tu ginecólogo o acude a urgencias, para que te hagan una ecografía de control y puedas estar tranquila. La tranquilidad en las últimas semanas es fundamental.
Cómo cambia tu cuerpo durante la semana 31 de embarazo
¡Ya tienes 31 semanas de embarazo! ¿Llevas una vida activa? A pesar de las molestias casi inevitables propias de esta etapa del embarazo, debes asegurarte de tener una vida plena y activa (asistiendo a un curso de preparación al parto), que puede ayudarte física y psicológicamente a no enfocarte negativamente en dar a luz.
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