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Entre pasos y sonrisas: La emotiva historia de Isabel frente a la colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa por poco empaña los sueños de una joven puertorriqueña que, a sus escasos 16 años, fue diagnosticada con esta enfermedad inflamatoria del intestino. Hoy, en BeHealth, traemos el emotivo testimonio de Isabel Rodríguez Vega, quien a pesar de luchar contra las adversidades, hoy se empodera para fortalecer a otros.

Isabel, actualmente, tiene 19 años, es estudiante de psicología en la Universidad Católica de Ponce y aseguró que, en el 2019, recibió una de las noticias que, por poco, le parten la vida en dos: tenía colitis ulcerosa.

Lo que sintió

Los síntomas, de acuerdo con lo que contó la joven, fue lo que le advirtió a ella y a su mamá, que es enfermera, de que algo no iba bien en el organismo de la entonces menor de edad. Así que decidieron tomar cartas en el asunto de la mano de diestros especialistas de la isla.

“Mis primeros síntomas fue que comencé a no comer como normalmente lo hacía y no podía terminar de comer y rápido tenía que ir al baño; luego empecé a notar sangrado rectal, que cada vez que iba al baño tenía un poco de sangre. Un día yo pensé que había evacuado y cuando miro era todo lleno de sangre. Ahí le dije a mi mamá y como ella es enfermera supo que eso era una mala señal y ahí corrimos para el hospital y decidieron hospitalizarme”, aseguró la joven.

Fue gracias a dos colonoscopias que se logró establecer que esta bailarina no tenía enfermedad de Crohn, que es otra patología del intestino, sino la colitis ulcerosa, que suele ser de las más frecuentes en la población actual.

Los cambios y síntomas

Quizá lo más difícil para la hoy psicóloga en formación fue afrontar su nuevo estilo de vida. Isabel contó que, desde su infancia, practica el baile. No tiene un género preferido, pues todos le gustan. Sin embargo, desde que la colitis ulcerosa llegó a su vida, todo cambió. “Yo soy bailarina y eso me impactó también en que no tenía la misma condición física y me cansaba más de lo normal”, comentó.

La puertorriqueña asegura que, para quienes no han tenido nunca colitis ulcerosa, el dolor se siente como un dolor menstrual muy fuerte. Dice que, a veces el dolor es tan intenso, que ni siquiera le alcanzan las palabras para describirlo. 

“Yo lo que intento explicar es que en esa área por debajo de la barriga el dolor es bastante fuerte. Entonces cuando llega, uno casi no aguanta. No solo uno comienza a tener diarrea, sino también comienzan con vómitos, mucho sangrado, que es cuando ya vienen los hospitales, dolor de cabeza y cansancio”, explicó.

El estudio

Pese a que su entorno social y académico cambió, la madre de Isabel habló en el colegio y en la universidad para que apoyaran a su pequeña en menos de esa anomalía del intestino. Lo logró. Sin embargo, su salud mental, tras el diagnóstico, empezó a jugarle una mala pasada.

“Esos cambios hicieron que yo comenzara a tener un poco de ansiedad y diría que depresión también. Me impacta que no podía comer lo que los demás comían, entonces yo me iba a comer solita siempre al mediodía antes de la pandemia. Me acostumbré rápido a la dieta que tengo, pero igual en el momento pues era un poco como difícil no poder comer y ver que los demás estaban comiendo cosas que me gustaban mucho”, explicó.

Luego de eso, entró a terapia psicológica, lo que le ayudó muchísimo en el tratamiento y a entender por qué había bajado tanto de peso.

La alimentación

Isabel relató que no puede comer hamburguesas o cosas fritas, además, las salsas son nocivas para su enfermedad y por eso trata de evitarlas. Dijo que para lograr que la comida no le caiga mal utiliza su AirFryer, que calienta todo sin aceite o grasa.

“No puedo comer sal, no puedo comer granos, como por ejemplo habichuelas y maíz. No puedo comer lactosa, todo lo que tenga leche no puedo. Trato de tener mantequilla y quesos veganos que no tienen lactosa”, aseguró.

Desde que enfrenta la enfermedad, Isabel ha tenido varias recaídas. La última, por ejemplo, ocurrió en octubre del 2022 y le causó 14 días de hospitalizaciones; pese a ello, la joven envió un mensaje para quienes, como ella, padecen colitis.

“Les digo a los pacientes que utilicen las herramientas que tienen a su alcance para poder estar estables, porque realmente sí se puede ser feliz aunque uno tenga esta condición y uno puede seguir viviendo su vida y haciendo las cosas que más nos gustan, como por ejemplo yo bailar y así  hay cosas que no puedo hacer como antes, pero tenemos que entender que hay muchas cosas que no son a nuestro control. Pero lo que sí podemos controlar es cuidarnos mucho para poder realizar todo lo que nos propongamos”, recomendó.

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