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Si tengo diabetes, ¿cómo reemplazar el azúcar?

Como es ahora ampliamente conocido, el azúcar es una de las principales causas de muchas enfermedades en todo el mundo. El sobrepeso, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2 son enfermedades que están parcialmente relacionadas con el abuso de esta sustancia.

Según la OMS, la Organización Mundial de la Salud, el consumo de azúcar no debe superar el 10% de la ingesta calórica total, debido a los efectos perjudiciales que tiene una ingesta excesiva. Limitar su consumo, si no eliminarlo completamente de su dieta, sería la solución perfecta para prevenir todos estos problemas. ¿Pero por qué es tan difícil prescindir de él?

La hormona del placer

El consumo de azúcar puede estimular la producción de dopamina, una sustancia que te hace sentir «placer». Es precisamente este placer el que nos hace querer comer más y más, ya que nuestro cerebro se vuelve menos sensible a esta hormona (dopamina).

En la práctica, puedes, con compromiso y rigor, sustituir las latas de bebidas azucaradas por agua o infusiones. Pero también, sustituir el azúcar del café por especias como la vainilla o la canela, o incluso hacer las recetas más dulces y agradables añadiendo fruta.

¿Cuáles son las alternativas naturales al azúcar?

En la vida cotidiana, sin embargo, tenemos que lidiar con la necesidad de tener a mano sustitutos simples y rápidos para dar a nuestra comida un sabor dulce. Cada persona tiene cada vez menos tiempo para dedicar a la cocina y terminas teniendo que ir al supermercado en busca de los edulcorantes más saludables.

La miel y los edulcorantes artificiales son los más conocidos, pero hay muchos otros menos conocidos y más naturales como la panela, el aceite de agave o la stevia.

Miel

La miel, en general, es un buen sustituto del azúcar blanco. Consiste, en su mayor parte, en fructosa, y también es rico en sales minerales y vitaminas B.

Sin embargo, no hay que olvidar que es un simple azúcar. Por lo tanto, las personas con diabetes deben evitarlo, porque al ser un azúcar simple, su absorción es muy rápida. Por esta razón, la miel tampoco es adecuada para las personas que necesitan perder peso.

Además, no todas las mieles son iguales, las más naturales se extraen directamente, sin ninguna manipulación. Otros, sin embargo, más comerciales, pueden tener además otros tipos de azúcares simples o sabores artificiales.

Por esta razón un buen consejo es siempre usarlo con moderación y leer la etiqueta del paquete cuidadosamente.

Jarabe de agave

El jarabe de agave proviene de las hojas del agave, una planta similar al aloe vera.

Contiene principalmente fructosa y glucosa y es rico en fructooligosacáridos, que son beneficiosos para la salud intestinal.

La combinación de fructosa y glucosa reduce el índice glucémico, por lo que su absorción es más lenta, en beneficio de su proceso metabólico.

Además, como tiene un fuerte poder edulcorante, puede utilizarse en menor cantidad que el azúcar blanco. Sin embargo, en general, como todos los edulcorantes, el consumo debe ser controlado y moderado.

El jarabe de agave también puede utilizarse en preparaciones como galletas o pasteles caseros.

Stevia

Otra alternativa a la sacarosa, término científico para el azúcar, y la fructosa son los edulcorantes no nutritivos a los que se añade la stevia, como la sacarina, el aspartamo y la sucralosa.

Varias pruebas de laboratorio han determinado que este edulcorante es «inofensivo para la población en general, las mujeres embarazadas, los niños y los diabéticos en cantidades de IED».

La ingesta diaria recomendada no supera los 0-4mg / kg de peso / día, según la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.

También es rico en hierro, magnesio y cobalto y, a diferencia de otros edulcorantes artificiales, no deja un sabor desagradable después de su consumo.

Las propiedades de la stevia son diuréticas y antioxidantes. Su consumo regular puede conducir a una mejora de la hipertensión y la diabetes, ya que promueve una reducción del exceso de glucosa en la sangre y mejora la secreción de insulina.

Panela

La panela es otro edulcorante que se ha hecho famoso en los últimos años. Este producto está hecho con jarabe de caña de azúcar.

Se pone en remojo, se hierve, se le da forma y se seca, antes de ser purificado para convertirlo en azúcar de caña, sin someterlo a ningún proceso químico o de refinado.

A diferencia del azúcar, que consiste principalmente en sacarosa, la panela contiene glucosa, fructosa, proteínas, minerales (calcio, hierro y fósforo) y vitaminas ( A , C , D , E , grupo B).

Proporciona menos calorías que el azúcar refinado.

Entre los beneficios de la panela están:

  • Fortalecimiento del sistema inmunológico y el sistema óseo;
  • Ayuda a regular el ritmo cardíaco y la transmisión de los impulsos nerviosos y musculares.

En cuanto a la cantidad recomendada, un adulto no debe consumir más de 25 g. (equivalente a seis cubos de 4g) por día. Sin embargo, en caso de diabetes o triglicéridos altos, recomendamos consultar a su médico.

En conclusión, para tener en cuenta todo lo que hemos tratado en este artículo, el mejor consejo es reeducar nuestro paladar hacia los sabores que la naturaleza ofrece con sus alimentos, apreciándolos, saboreándolos, reconociéndolos y evitando distorsionarlos con el uso de edulcorantes artificiales.

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