La dermatitis atópica es una condición crónica que refleja sus síntomas mediante picor y enrojecimiento en la piel del paciente. Se ha detectado que la enfermedad, atada al sistema inmunológico, es hereditaria sus signos tienden a reflejarse más en la niñez. Sin embargo, puede agravarse al llegar a la adultez.
Desde BeHealth entrevistamos a los dermatólogos Eneida De La Torre Lugo y Rogelio Mercado Seda para que nos contaran un poco más sobre la dermatitis atópica y los signos a los que estar pendientes.
¿Cuán pronto detectarlo?
Debido a que la condición es genética se refleja más en los niños desde los meses de nacimiento mientras el cuerpo crea las barreras necesarias para enfrentarlo. En su mayoría, cuando los padres tienen alguna otra enfermedad como asma o rinitis alérgica, se predispone el desarrollo de la dermatitis atópica.
Los dermatólogos, respectivamente, concordaron en que la dermatitis atópica se refleja más en la niñez mientras el sistema inmunológico se va fortaleciendo.
El doctor Mercado compartió que en un estudio hecho en el 2007 se estimaba la prevalencia de la enfermedad de los niños en un 24%. La información actual que los dermatólogos utilizan es la provista por Estados Unidos, la que presenta la prevalencia de los adultos en un 7% y la de los niños en un 12%.
“En la práctica uno pudiera estimar algo parecido; en los niños es una de las razones por las cuales los papás traen a la consulta”, expresó el médico.
Signos y síntomas
La doctora compartió que la dermatitis atópica es conocida como “the itch that rashes”, debido a que comienza como un picor y luego provoca una erupción. Rascarse mucho puede causar excoriación, que ocurre cuando la persona la piel se irrita de tanto rascarse. Complicando la situación, la excoriación da paso a infecciones y provoca otra enfermedad.
“Es un problema del sistema inmunológico del paciente y su piel”, expresó De La Torre Lugo al compartir que la condición se debe a que el cuerpo no logra mantenerse humectado.
La piel no logra crear una barrera de defensa lo suficientemente fuerte, por lo que se vuelve más sensible a sus alrededores.
Algunos de los signos más visibles, aparte de rascarse y las erupciones, es sentir la piel reseca o escamosa. En los niños se visualiza en la parte sensora de la piel y, mientras crecen, se puede encontrar en las partes flexoras del cuerpo como los antebrazos, detrás de las rodillas y el cuello. Por su parte, en los adultos, donde más se refleja es en las manos.
Duración de la dermatitis atópica
El doctor Mercado Seda explicó que hay dos tipos de dermatitis atópica: el crónico persistente y el crónico intermitente. El persistente trata de un paciente que tiene picor todo el tiempo, mientras que el intermitente es por temporada.
Cada paciente es diferente y es importante que cada cual identifique su detonante. Hay muchos casos en los que la enfermedad aparece solo una vez, pero hay casos en los que continúa sucediendo hasta la adultez.
La dermatitis atópica no tiene cura, pero sí muchas maneras de ser tratada.
“Por eso es bien importante que un paciente que se identifique que tiene dermatitis atópica tenga a su dermatólogo casi como parte de su médico primario”, puntualizó De La Torre.