Los cuidadores de pacientes con enfermedades crónicas, al igual que quienes son diagnosticados con esas condiciones, también deben recibir terapia psicológica y psiquiátrica para que no lleguen a un punto de cansancio y estrés máximo que, incluso, los haga desistir de seguir en su labor ayudando a sus allegados.
Así lo reiteró, en diálogo con BeHealth, la Dra. Caroline Toro, psiquiatra de adultos, quien dio a conocer que los cuidadores “pueden presentar muchos síntomas que pueden llevar al paciente a depresión, ansiedad e insomnio”, advirtió.
Hay casos de pacientes que, luego de llevar varios años cuidando a sus parejas enfermas, suelen desarrollar irritabilidad, que podría llevar a que dejen de amarlos y, por ende, a seguirlos apoyando. ¿Qué hacer al respecto?
“Lo que se les recomienda es que antes de llegar a este punto, la persona cuidadora en este caso comience a recibir ayuda, porque lo que muchas veces queremos evitar es que lleguen a este punto”, dijo.
Dejé de amar
En ocasiones, lidiar con la enfermedad del ser amado podría generar “desgaste en el cuidador, porque siempre se le orienta al paciente sobre las posibilidades que van a surgir en este proceso en cuanto al cuidador y recomendarle que comience con un tratamiento desde antes, porque las probabilidades de que caigan en un episodio de depresión, ansiedad e insomnio son muy altas”, recomendó.
Así las cosas, la psiquiatra aseguró que desde los inicios se debe recibir ayuda profesional con el fin de evitar ese tipo de sentimientos y sensaciones que, en buena parte de los casos, puede incidir en la relación de pareja.
Buscar ayuda
No solo se debe acudir a profesionales, sino también buscar ayuda en terceros como amigos y otros familiares para poder sobrellevar su rol como cuidador. ¿Qué pasa cuando el que se encarga del paciente ve truncadas sus labores diarias?
“Muchas veces tienen que dejar de trabajar o de estudiar o cualquier otra cosa que estén haciendo. Así que siempre recurrimos a que otras personas puedan ayudar o que puedan entrar en el proceso de algunos días, por lo menos darle esa oportunidad para que la persona cuidadora pueda salir a hacer cosas, pueda despejarse, pueda estar estudiando o trabajando”, agregó la galena.
Si tienes a cargo a un paciente con enfermedades como la demencia, siguiendo estrictos protocolos, la psiquiatra dio a conocer que es clave intentar encontrar aliados en el cuidado de ese paciente. Por ejemplo, dijo que uno de los que podrían ayudar con los miembros de la familia.
¿Es bueno decirle a mi paciente lo que siento?
Esta es una de las principales dudas que embargan a los cuidadores. Por eso la galena aseguró que siempre es clave “hablar con el familiar, que es el que está cuidando el paciente y también preguntarle cómo está, cómo se siente para que tan pronto pueda identificar una señal o él pueda decir mira, realmente no me estoy sintiendo bien, necesito la ayuda”, comentó.
La culpa
Si el cuidador llega a un punto en que quiere botar la toalla, puede que sigan al lado del paciente porque sienten culpa de no seguir apoyándolo como les gustaría. La doctora Toro dijo que eso es muy común, pero también se puede tratar.
“Nosotros lo vemos mucho en pacientes mayores, por ejemplo también donde ya se dan cuenta de que no pueden cuidar del paciente como antes. Hay que trabajar mucho con la psicología del familiar, porque la culpa entra en este proceso y puede tomar un tiempo en lo que obviamente nosotros logramos convencer al paciente, a la familia, de que está haciendo lo mejor por el paciente, porque aquí lo que queremos es lo mejor para el familiar, pero también para el paciente”, aseguró.
En esa línea, la psiquiatra indicó que el cuidador también debe enfocarse en sí mismo y entender que igualmente necesita un tratamiento integral porque “eso no tiene nada de malo”.
Así se puede enfrentar
La confrontación, aunque difícil, suele representar óptimos resultados en que el cuidador se sienta mejor. Esto debe hacerse en compañía de ayuda profesional.
“Poco a poco se debe ir trabajando con eso y decirle ‘mira, realmente los dos estaban haciendo, se estaban viendo afectados’. Ya cuando vemos que no estamos cuidando al paciente como se supone, definitivamente hay que recurrir a la terapia”, dijo.
Así las cosas, la psiquiatra aseguró que se deben poner límites para que el paciente a cargo no abuse o se tome atribuciones que terminan por desencadenar los factores que no se quieren.
“Tenemos que ser objetivos en cuanto a eso, porque tal vez le podemos brindar una calidad de servicio 100% óptima, pero hasta un punto, porque ya llega un punto en donde realmente ya no va a ser tan óptima. Si yo no estoy bien, si yo no me siento bien, no puedo cuidar a mi familiar y ahí entonces ahí se empiezan a tomar ciertas decisiones”, reflexionó.
El tratamiento integral
La alimentación y el ejercicio, aunque no lo creas, también incide significativamente en los cuidadores. Según la doctora Toro, este es un “tratamiento holístico que envuelve a muchas áreas y esto es tanto para el cuidador como para el paciente que tiene unos síntomas que tenemos que trabajar como ansiedad, depresión, insomnio”, dijo.
Adoptar buenos hábitos de sueño también es indispensable debido que a la falta de dormir se suman ciertas anomalías que se podrían desarrollar si no se descansa como se debe.
“El sueño es muy importante, es de las áreas más importantes que hay que trabajar siempre con un paciente que no duerme bien. Un paciente que no cuenta con la cantidad de horas necesarias, es un paciente que no va a funcionar bien, va a estar irritable, se va a deprimir y le va a dar ansiedad”, alertó.
Además, evitar alimentos ricos en grasas trans y sustituirlos por frutas y verduras “es sumamente importante, al igual que los suplementos vitamínicos que también siempre se recomiendan”, dijo.
“Obviamente esto es con evaluaciones médicas, verificar qué vitaminas está tomando y que las requiera. También ejercicio, ejercicio físico, actividad física, todo eso además de optimizar la terapia psicológica y de una medicación que en estas áreas siempre se trata”, concluyó.