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Terapia EMDR para el trauma infantil

La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares) ha ganado reconocimiento como una técnica altamente efectiva para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) en adultos. Sin embargo, su aplicación en niños también está demostrando ser prometedora en el tratamiento del trauma infantil. Desarrollada por Francine Shapiro en 1989, esta forma innovadora de psicoterapia se ha convertido en una opción terapéutica clave, especialmente en casos de experiencias traumáticas que afectan profundamente a los más jóvenes.

¿Qué es EMDR?

Suena complicado, pero es más simple de lo que parece. Es una forma especial de terapia donde los niños recuerdan cosas malas mientras hacen movimientos con sus ojos o reciben toquecitos en diferentes partes de su cuerpo. ¿Por qué hacen esto? Esta estimulación puede adoptar diversas formas, desde movimientos oculares rápidos hasta golpecitos alternados en el cuerpo del paciente. Este enfoque está diseñado para desensibilizar y reprocesar los recuerdos traumáticos, reduciendo su impacto emocional abrumador.

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¿Cómo funciona?

Cuando algo malo le pasa a una persona, su cerebro guarda ese recuerdo de manera especial. A veces, este recuerdo se queda pegado en el presente, haciendo que la persona se sienta muy mal cada vez que lo recuerda. Con EMDR, intentan cambiar la forma en que se guarda ese recuerdo, transformándolos en experiencias recordadas en lugar de eventos revividos, lo que conduce a una disminución gradual de su impacto emocional.

¿Para quién es bueno EMDR?

EMDR funciona mejor en niños que han pasado por un evento malo que tiene un principio y un final claro, como un accidente o la muerte de alguien cercano. Pero también puede ayudar a niños mayores que han vivido cosas malas durante mucho tiempo y sienten que no pueden superarlo.

¡Involucra a toda la familia!

Cuando un niño necesita EMDR, toda la familia juega un papel importante. Los padres y otros familiares pueden ayudar al niño a sentirse mejor durante el tratamiento y entender lo que está pasando. A veces, las cosas malas que les pasan a los niños también afectan a toda la familia, así que todos necesitan ayuda para sanar juntos. En situaciones donde el trauma es más complejo o prolongado, como el abuso continuo, EMDR puede ayudar a abordar las emociones negativas persistentes que parecen no disminuir a pesar de la comprensión cognitiva de la situación.

Buscando ayuda profesional

Cuando un niño necesita EMDR, es importante encontrar a un terapeuta que sepa mucho sobre esta técnica. Un terapeuta amable y experimentado puede ayudar al niño a sentirse seguro y cómodo durante el tratamiento. También pueden ayudar a los padres a entender cómo pueden apoyar a su hijo durante este proceso.

Fuente: Child Mind Institute

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