Al recibir un diagnóstico como dermatitis atópica, el cuidado de la piel se convierte en una preocupación constante para para los pacientes y cuidadores. Las afectaciones en la vida diaria no se hacen esperar y se presentan desde diferentes factores, como el natural, en especial a las condiciones climáticas. En lugares como Puerto Rico, con clima puede ser variado y desafiante, es fundamental adaptar las prácticas de cuidado de la piel a las condiciones locales.
A través de las pautas proporcionadas por expertos en MedlinePlus, se pueden ofrecer recomendaciones específicas para abordar los desafíos que enfrentan los pacientes con dermatitis atópica en este entorno:
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Clima soleado
Según el portal de salud, el sol puede ser un aliado o un enemigo para la piel, dependiendo de cómo se maneje. En lugares como Puerto Rico, donde el sol brilla intensamente durante la mayor parte del año, es esencial proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. Tanto MedlinePlus recomienda el uso diario de protector solar con un alto factor de protección (SPF).
«Es importante buscar fórmulas diseñadas específicamente para pieles sensibles o propensas a la irritación, como las recomendadas por estas fuentes médicas de confianza», escriben.
Días lluviosos
En temporadas de lluvias en Puerto Rico se pueden aumentar la humedad en el aire, generando beneficio y preocupación para quienes padecen dermatitis atópica. Por un lado, la humedad puede ayudar a mantener la piel hidratada, lo que puede ser beneficioso para aliviar la sequedad y la picazón. Sin embargo, el exceso de humedad también puede aumentar el riesgo de infecciones cutáneas y empeorar la irritación.
Para estas lesiones, expertos de Mayo Clinic sugieren mantener la piel limpia y seca, especialmente en áreas propensas a la sudoración, y el uso de ropa transpirable para prevenir la irritación y las erupciones.
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Humedad
Artículos de Mayo Clinic insisten en que la piel húmeda es más susceptible a la irritación y al roce, lo que puede desencadenar brotes. Recomiendan mantener la piel bien hidratada con cremas emolientes y evitar el contacto prolongado con el agua. Después de nadar o sudar, se recomienda tomar una ducha rápida y aplicar una crema hidratante para ayudar a sellar la humedad en la piel.