La tuberculosis es una condición bacteriana infecciosa, potencialmente grave que afecta principalmente a los pulmones.
La bacteria que ocasiona la tuberculosis se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda, por lo que se transmite a través del aire y se caracteriza por la formación de nódulos en los tejidos infectados.
Esta condición se ha convertido en un desafío para la salud pública, especialmente cuando afecta a los menores de edad. De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para 2019 se registraron 26,402 casos de tuberculosis en menores de 15 años en las Américas, a su vez, se registró el fallecimiento de más de 230,000 niños por causa de esa condición.
Aunque la tuberculosis sigue siendo una condición endémica, es prevenible y curable. Su causa es la infección por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que se propaga de persona a persona generando un riesgo de compromiso pulmonar y extrapulmonar.
El diagnóstico de la condición suele realizarse a través de pruebas como la tuberculina, en la cual se inocula un derivado proteico purificado en el antebrazo para verificar la reacción a este; o mediante la baciloscopia, una prueba en la que se solicita por dos días consecutivos la recolección de las secreciones que se expulsan al toser para identificar a través del microscopio la presencia de bacilos.
Un tema que preocupa a la salud pública
La OPS informó que países como Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y México tienen tasas de incidencia superiores a las del promedio regional. El Ministerio de Salud de Colombia por su parte señaló que para 2019 se reportaron aproximadamente 3.574 casos de tuberculosis en niños menores de 15 años representando un 11% del total de casos notificados en el país.
Para la doctora Kelly Márquez Herrera , infectóloga Pediátrica de la Clínica Infantil de Santa María del lago, en Bogotá, Colombia, destacó que existe un grave problema en el diagnóstico de la enfermedad en edades tempranas, por lo que, hacerlo se convierte en un reto para la medicina, ya que, los signos y síntomas son inespecíficos sumado a la dificultad que se presenta a la hora de tomar muestras de esputo en los menores.
¿Cuándo sospechar de un diagnóstico de tuberculosis?
De acuerdo con la doctora Márquez, para sospechar de qué un paciente pediátrico tiene tuberculosis debe cumplir al menos entre tres o cinco criterios para alcanzar un diagnóstico correcto, entre ellos:
- Evaluación clínica (fiebre, tos por más de 2 a 3 semanas, disminución en las actividades diarias, compromiso ganglionar).
- Estudio radiológico que implica la toma de radiografía de tórax, la cual generalmente tiene cambios sutiles, como aumento del tamaño de los ganglios en región parahiliar y en ocasiones neumonía o derrames e incluso pueden encontrarse cambios poco representativos,
- PPT tuberculínico > 10 mm. No obstante, si el niño tiene alta sospecha o contacto con adulto bacilífero se considera positiva la prueba con 5 mm.
- Análisis epidemiológico. El diagnóstico de tuberculosis pulmonar en un adulto que vive con el menor requiere de una evaluación detallada de todos los contactos posibles de este foco de contagio.
- Hallazgo microbiológico con cultivo que se hace con evaluación del aspirado gástrico, por la dificultad de toma de muestra de esputo en los niños e incluso en ocasiones se solicita biopsia si se sospecha compromiso ganglionar u óseo.
El reto de los profesionales de la salud
El Ministerio de Salud de Perú, reportó 3.519 casos de tuberculosis en menores de 15 años para el año 2020, registrando una incidencia de 31,3 casos por cada 100,000 habitantes, el segundo más alto de la región.
El doctor Eduardo Gotuzzo, parte del equipo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas tropicales, señaló que la presencia de casos se debe a una combinación de factores que implican una dificultad para alcanzar diagnósticos correctos tempranos, no sólo por los inespecíficos que pueden llegar a ser los síntomas, sino por las complicaciones al no acceder a un tratamiento oportuno, como meningitis y compromiso ganglionar y articular.
Sumado a esto, el Dr. Gotuzzo señaló que existen dificultades a la hora de ofrecer tratamientos correctos, debido a que existen algunos fármacos conjugados, lo que genera casos de resistencia en algunos pacientes. Por ejemplo, Perú ha llegado a reportar una resistencia en casi el 60% de los casos.
Frente a la urgencia de detectar oportunamente y tratar adecuadamente estos casos, el especialista mencionó que se están realizando esfuerzos para tener pruebas diagnósticas que permitan obtener resultados en corto tiempo especialmente en adolescentes y jóvenes.
Siempre debe existir la sospecha
El doctor Ricardo Valentín Narváez, pediatra infectólogo adscrito al Hospital de Especialidades Médicas de la Salud de San Luis Potosí, en México,invitó al equipo médico a indagar de forma activa en la búsqueda de casos de este tipo de enfermedades, enfocándose en los tosedores crónicos, con fiebre de origen desconocido o en quienes presentan adenopatías que perduran más de dos meses.
México es otro de los países con alta prevalencia de tuberculosis, ya que de acuerdo con la Secretaría de Salud, para 2020 se registraron en promedio 2.526 casos de tuberculosis en menores de 15 años.
El diagnóstico temprano y oportuno de este tipo de condiciones suele verse afectado por lo menos en este país, por la falta de recursos humanos o especialista en este tipo de infecciones, ya que no todos los centros de atención cuentan con un infectólogo pediatra, ni con la opción de ofrecer las pruebas necesarias para hacer diagnósticos correctos.
El doctor Narváez, destacó además la importancia de sospechar de la condición en casos en los que los pacientes pediátricos consultan por dolor abdominal, pues es posible que la condición se presente como adenitis mesentérica y la biopsia de un ganglio pueda arrojar un hallazgo incidental de la patología.
¿Cómo trabajar para erradicar la infección?
La doctora Laura Carreto, pediatra infectólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la ciudad de México, indicó que es necesario seguir los lineamientos de organizaciones como la OMS con el fin de lograr erradicar esta infección en niños.
La OMS ofrece una ruta de manejo que tiene como estrategia principal el tamizaje de contacto basado en pruebas no sólo serológicas sino también microbiológicas, que permiten una mayor caracterización de la bacteria y que ofrecen diagnósticos correctos.
A su vez, se destaca la importancia de examinar de forma temprana a niños que pudieran estar expuestos al foco de contagio cuando algún adulto ha dado positivo para tuberculosis, con el fin de realizar los estudios microbiológicos necesarios y aprovechar para ofrecer un tratamiento temprano, reduciendo así el riesgo de mayores contagios.
Para estos especialistas de diferentes países, la vacunación debe ser obligatoria y debe aplicarse cuando el niño nace, para aprovechar ese primer contacto con el neonato. Destacaron que aunque sólo tiene entre un 30 y 50% de efectividad para proteger contra la tuberculosis pulmonar, es una medida que ayuda a prevenir la diseminación o las complicaciones que pueden presentarse tras el contagio como un compromiso en el sistema nervioso central o miliar.
“En los tres países también es común la profilaxis obligatoria con isoniacida 10 mg/kg en niños < 5 años con tuberculosis latente, es decir, que estuvieron expuestos frente un adulto bacilífero, su PPT es negativa, no muestran cambios significativos en la radiografía o si además tienen inmunosupresión (comorbilidades reumatológicas, renales y virus de inmunodeficiencia humana asociado) o usan constantemente corticoesteroides. Si cumplen esos criterios, sólo se hace vigilancia activa”.
Signos y síntomas
La enfermedad de tuberculosis en los pulmones puede causar síntomas como los siguientes:
- Tos intensa que dura 3 semanas o más
- Dolor en el pecho
- Tos con sangre o esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones)
Otros síntomas de la enfermedad de tuberculosis son:
- Debilidad o fatiga
- Pérdida de peso
- Falta de apetito
- Escalofríos
- Fiebre
- Sudores nocturnos
Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis en otras partes del cuerpo dependen del área afectada.
Las personas que tienen infección de tuberculosis latente
- No se sienten mal, no presentan síntomas y no pueden transmitirles la tuberculosis a los demás.
Fuente Medscape y CDC.