La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede generar daño en diferentes órganos y sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos, yendo más allá del daño en las articulaciones.
Esta afección, suele provocar dolor en muchos casos crónico, hinchazón y deformidad y quienes presentan la condición están más propensos a desarrollar otras afecciones tales como:
Síndrome de Sjögren
Un trastorno del sistema inmunológico caracterizado por afectar la humedad de los ojos y de la boca, generando sequedad extrema, al ser atacadas las células saludables que producen saliva y lágrimas.
Infecciones
Algunos tratamientos para el manejo de la artritis reumatoide debilitan el sistema inmune, haciendo al paciente más propenso a las infecciones o enfermedades.
Osteoporosis
La enfermedad en sí, y algunos efectos secundarios de los medicamentos pueden hacer que los huesos se debiliten y sean más propensos a las fracturas.
Comúnmente, el cuerpo tiene la capacidad de reemplazar constantemente el tejido óseo, pero en los pacientes con artritis, el tejido óseo nuevo no es suficiente para reemplazar al que se eliminó.
Nódulos reumatoides
Este es un signo propio de la artritis y se caracteriza por la presencia de bultos firmes debajo de la piel, muy cerca de las articulaciones afectadas por la enfermedad.
Pueden aparecer protuberancias en las articulaciones distales de los dedos y se conocen como nódulos de Heberden o en las articulaciones medias de los dedos y se conocen como nódulos de Bouchard.
Estos nódulos pueden presentarse en diferentes partes, incluidos el corazón y los pulmones.
Síndrome del túnel carpiano
Cuando la artritis reumatoide se presenta en las muñecas, la inflamación puede oprimir un estrecho pasaje rodeado de huesos y ligamentos en la palma de la mano que es el túnel carpiano.
Así, cuando el nervio mediano se comprime, genera síntomas como entumecimiento, hormigueo y debilidad en las manos o el brazo.
Problemas cardíacos
El músculo cardíaco puede llegar a volverse rígido por consecuencia de la artritis, dificultando así su función de bombear sangre.
Puede además obstruir las arterias y ocasionar inflamación del saco que rodea el corazón.
Linfoma
La artritis reumatoide representa un mayor riesgo de presentar algunos tipos de cáncer como el de linfomas, un grupo de cánceres de la sangre que se desarrollan en el sistema linfático.
Entre más avanzada esté la condición más alto y significativo es el riesgo.
Enfermedad pulmonar
Las pacientes con AR tienen mayor riesgo de inflamación y proceso de cicatrización de los tejidos pulmonares, lo que puede provocar una falta de aire progresiva.
Además, pueden aparecer pequeños bultos en los pulmones (nódulos reumatoides), que, en algunos casos, puede llegar a ocasionar un colapso pulmonar.
Entre los riesgos que puede causar se destaca: bloqueo de las vías respiratorias pequeñas (bronquiolitis obliterante) y presencia de líquido en el tórax (derrame pleural).
Recuerda
Para prevenir estas afecciones, es recomendable que el paciente tenga una adherencia a sus tratamientos, cuente con el acompañamiento y seguimiento por parte de diferentes especialistas y maneje buenos hábitos de vida, cuidando su alimentación y practicando algún tipo de deporte de acuerdo con sus capacidades.