En pleno siglo veintiuno sigue existiendo el mito que la depresión solo genera tristeza y desánimo. Por eso, hoy te traemos información de valor para que reconozcas otros de los síntomas físicos que ese trastorno de salud mental podría desarrollar en los pacientes.
Por ejemplo, de acuerdo con los psicólogos y psiquiatras, la depresión puede desarrollar fatiga y pérdida de energía, que podrían incidir en que los pacientes desarrollen hábitos poco saludables.
Inclusive, cuando un paciente descuidad su alimentación, el riesgo de obesidad, sobrepesos y otras enfermedades como la diabetes tipo 2 suelen aparecen con mayor frecuencia. De hecho, varios estudios han evidenciado que esta enfermedad de salud mental podría incidir en múltiples de los principales órganos y sistemas del cuerpo humano.
Según la propia Organización de la Salud y otras entidades salubristas del mundo, la depresión ha tenido una directa vinculación con los problemas del intestino, así como el corazón y varios de los componentes que conforman el sistema cardiovascular.
Los expertos advierten que quienes padecen depresión podrían tener un ritmo cardíaco más acelerado, así como una seria incidencia en el estado de los vasos sanguíneos. Es más, los cardiólogo han advertido que, desde hace algunos años, han evidenciado que los pacientes depresivos suelen tener mayores problemas de corazón.
En otro de los múltiples efectos que la depresión tiene en la salud del ser humano está en el sistema nervioso central. ¿Lo sabías? Pues los expertos aseguran que quienes padecen esta condición psicológica suelen sentirse cansadas, irritadas, con problemas para dormir y falta de ganas para realizar sus actividades diarias.
¿Has oído de alguien que se queja constantemente de dolor de cabeza? Debes saber que, dentro de los múltiples tipos de migraña y jaqueca existentes hay uno que podría ser causado por la depresión. En esa línea, esta anomalía podría venir acompañada de dolores en los músculos y las articulaciones.
Otros efectos físicos de la depresión en el ser humano son:
- Dificultar la función de ciertas facultades mentales como la memoria, la concentración o la capacidad de tomar decisiones.
- Producir nerviosismo e inquietud.
- Provocar problemas para dormir. Provocar que duerma demasiado.
- Cambiar el apetito.
- Provocar dolores de cabeza, de estómago u otros malestares.
- Dejar al cuerpo sin energía.
Debes saber, además, que si padeces alguna condición crónica como las enfermedades inflamatorias del intestino, la psoriasis, entre muchas otras, tendrías mayor probabilidad de desarrollar depresión. Esto, porque las condiciones crónicas suelen causar dolor, que incide en ese tema.