El Dr. Steven Lome puede ser para algunos ese ángel que estaba en el momento indicado justo cuando alguien más requería de su ayuda.
A través de la nueva serie de Medscape que cuenta anécdotas que le han ocurrido a profesionales de la salud «¿Hay un médico en casa?», conocimos el relato de cómo el Dr. Lome pudo ayudar a dos corredores que presentaron crisis cardíaca en un medio maratón.
Tras inscribirse al medio maratón de la Bahía de Monterey, en California, Estados Unidos, para correr por primera vez junto a su hija mayor y su hijo (ambos corredores de campo traviesa en el instituto local), se encontraba en el kilómetro 5 cuando ocurrió el primer incidente, un corredor se desplomó a unos 9 metros delante de él.
«Era indudable que no se trataba solamente de un traspié, un desmayo o un tropezón. Cuando llegué hasta él estaba inconsciente y no respondía. También tenía una herida en la cabeza por haberse golpeado contra el pavimento. Después de una rápida evaluación, resultó evidente que no tenía pulso y no respiraba», aseguró el Dr. Lome a Medscape.
Frente a los signos, el especialista inició rápidamente las compresiones torácicas y aunque muchos corredores pasaron de largo,otras tres personas (enfermeras o paramédicos) se unieron a él para atender a la persona en crisis cardíaca.
«Otro de los que colaboró era un neurocirujano que evaluó la cabeza del corredor y estabilizó su cuello. Nos turnamos para hacer la reanimación cardiopulmonar durante 5 o 6 minutos hasta que llegó el desfibrilador. Cuando lo conectamos, pude ver que el ritmo cardíaco era de fibrilación ventricular», aseguró.
La persona recibió la primera descarga y con ella, recobró el ritmo de su corazón, el Dr. Lome continuó con la reanimación cardiopulmonar y luego de un par de minutos, despertó.
Al estar estable fue trasladado en ambulancia al Hospital Comunitario de la Península de Monterey.
Luego de superar la crisis y tras haber pasado mucho tiempo en la atención de esta persona, el cardiólogo decidió continuar para finalizar la media maratón.
Mientras corría se comunicaba por teléfono con el Departamento de Urgencias, el cardiólogo intervencionista y el médico de la Unidad de Cuidados Intensivos quienes se preparaban para recibir a esta persona. Así, entre llamadas, reanimación y con un poco de cansancio físico y emocional cruzó la línea de meta y levantó los brazos “¡Sí!, ¡He terminado!”.
De nuevo, un grito de ayuda
Pero la calma duró poco, ya que alguien gritó: «¡Necesitamos ayuda por aquí!». Otro corredor a unos 4 metros de la línea de meta había caído inconsciente y presentaba una herida sangrante en la cabeza.
“Durante un milisegundo pensé: «¿Cómo puede estar pasando esto otra vez?». Pero entonces toda mi atención se centró en evaluar al corredor”, aseveró el cardiólogo en Medscape.
Este corredor no respiraba y no tenía pulso, por lo que el especialista inició con las compresiones torácicas y se le conectó un desfibrilador que llevó rápidamente un corredor voluntario médico.
“Lo conectamos rápidamente y el desfibrilador señaló: «Choque aconsejado», lo que significa una arritmia mortal. Le dimos una descarga y continué con las compresiones torácicas.Menos de un minuto después, levantó la vista y dijo: «¿Qué estoy haciendo aquí abajo?». ¡E inmediatamente miró su reloj y apagó su Strava para registrar que había terminado la carrera!”, recordó.
El director médico de la Big Sur Marathon Foundation, Dr. John Ellison, llegó al lugar de los hechos y evaluó el cuello del paciente, al asegurarse de que estaba bien, fue llevado en una ambulancia al hospital.
«Me sentía aturdido después de eso, trataba de comprender lo que había ocurrido. Increíble. El Dr. Ellison dijo más tarde que cuando ocurrió el primer caso, pensó: «Vaya, esto es algo que pasa una vez cada década en nuestra carrera». Y entonces ocurrió el segundo. Busqué las estadísticas. Aproximadamente 1 de cada 200.000 corredores sufre una parada cardiaca durante un medio maratón. Había alrededor de 6.500 personas allí, así que, si haces las cuentas, esa es una posibilidad entre mil de que dos corredores sufran una parada cardiaca en la misma carrera. ¿Pero cuáles son las probabilidades de que yo estuviera detrás de ambos? Esa es la locura. ¿Lo llamarías un milagro? No lo sé. Pero es bastante inusual», destacó.
El Dr. Lome espera que su historia sea un llamado para que aprendamos a usar un desfibrilador, tengamos claros los pasos para realizar una reanimación cardiopulmonar y para utilizar un desfibrilador externo automático para ayudar a salvar vidas.
Pero además de esto, invitó a la comunidad en general a cuidar la salud y el peso corporal que, como en el caso de él, años atrás generó limitaciones en sus actividades diarias y ocasionó problemas de salud.
Luego de bajar 45 kilos cuidando su dieta y tras correr su primera maratón en 2014 completando en la actualidad 10 maratones y al menos 30 o 40 medias maratones, sabe que su amor por estas actividades hizo que estuviera en el momento indicado para salvar estas dos vidas.
«Mi afición por correr me permitió estar allí, en el lugar adecuado y en el momento oportuno, y estoy encantado de que estos dos pacientes hayan evolucionado tan bien. A cada uno de ellos se le permeabilizó un vaso obstruido mediante un procedimiento de angioplastia con stent en el hospital me gustaría invitarlos a volver a correr el año que viene, si su cardiólogo les da el visto bueno».
El Dr. Steven Lome es un cardiólogo del Montage Medical Group en Monterey, California, Estados Unidos.
Con información Medscape.