La isla atraviesa números alarmantes de sobrepeso que, en muchos casos, culminan en obesidad si no se tratan a tiempo. Las estadísticas del Centro para el control y prevención de enfermedades (CDC) arrojaron que la prevalencia de obesidad en los adultos es de 41.9%.
Según la endocrinóloga certificada en el manejo de obesidad Miliette Alvarado, la prevalencia aumenta cuando se examinan la cantidad de pacientes con sobrepeso.
“Si a esto le sumamos la prevalencia de los pacientes que se encuentran sobrepeso, este número sube a un 70%”, explicó Alvarado para BeHealth.
El sobrepeso funge como el precursor de la obesidad. Si el paciente llega al sobrepeso y no lo maneja de forma adecuada, puede convertirse en obesidad. De acuerdo con los datos, si no se aborda esta problemática salubrista, para el 2030 los resultados serán nefastos.
“Se dice que 1 de cada 3 adultos padece de sobrepeso. Si estos números se extrapolan a lo que ocurrirá en las próximas décadas, para el año 2030 el 50% de las personas van a padecer de obesidad y un 85% de las personas padecerán de sobrepeso”, señaló la especialista.
¿Cómo se llega al diagnóstico de sobrepeso u obesidad?
Según la endocrinóloga, la obesidad es una enfermedad crónica que ocasiona que el paciente tenga exceso de grasa corporal. Como consecuencia, se crea una disfunción en los tejidos corporales que causan complicaciones mecánicas, metabólicas y psicosociales para los pacientes.
Explicó que la forma de detectar la condición es medir el índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés). Esta herramienta mide la estatura y el peso del paciente para evaluar si se encuentra dentro del peso esperado, en sobrepeso u obesidad.
“Esto [el BMI] da un número y, a base de ese número, nosotros [los médicos] categorizamos al paciente. Si en el índice de masa corporal el paciente tiene peso normal, se considera entre 18.5 y 24.9”, explicó Alvarado sobre la interpretación médica de la medición del BMI.
Cuando el BMI excede del rango normal de 24.9, comienza el sobrepeso. Si es diagnosticado con obesidad, esta se divide en niveles que se derivan del porcentaje que arroje el paciente en el estudio del BMI.
“Si el paciente tiene un BMI de más de 25 ya cae en la categoría de sobrepeso. Si tiene un BMI mayor a 30, cae en el diagnóstico de obesidad clase 1. Un BMI mayor o igual a 35 cae bajo una categoría de obesidad clase 2 y ya un BMI mayor o igual a 40 cae como una obesidad clase 3 o severa”, expuso la endocrinóloga.
Otra opción de diagnóstico que utilizan los especialistas es la medida de circunferencia de la cintura. En este caso, las medidas esperadas para las mujeres es menos de 35 pulgadas; y en los hombres, 40 pulgadas.
Además, indicó que pueden diagnosticar con el porcentaje de grasa corporal: “también podemos utilizar el porcentaje de grasa corporal. El porcentaje de grasa corporal aumentado en mujeres es aquel más de 32% y en hombres más de 25%”.
¿Qué factores influyen en el desarrollo de la obesidad?
Ante la interrogativa, la especialista destacó que la obesidad es una condición multifactorial pues son muchos los factores que impactan su desarrollo en los pacientes.
Entre las causas, mencionó la pobre alimentación, cambios en los patrones de sueño, los altos niveles de estrés, entre otros.
“Tenemos los patrones alimenticios, la utilización de medicamentos asociados con el aumento de peso, disruptores endocrinos, alteraciones en el patrón de sueño, la práctica y creencias culturales, el mercado en la industria de la comida y el estrés. Todo esto sin duda aporta al desarrollo de la obesidad”, aseguró la endocrinóloga.
Asimismo, mencionó que la ciencia médica ha detectado que también existe influencia del factor hereditario en la obesidad. Según Alvarado, se han descubierto genes que propician el desarrollo de la condición en los pacientes.
La especialista exhortó a la población puertorriqueña a reconocer que la obesidad es una enfermedad de salud y no una visión estética.
“Un mensaje claro que queremos llevar es que la obesidad no se escoge. Nuestra cultura moderna occidental abundan los estigmas contra las personas con sobrepeso y obesidad. Es bien importante reconocer que el problema de la obesidad no es un problema estético, sino que es un problema de salud”, puntualizó la endocrinóloga.