La esofagitis eosinofílica es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago caracterizada por la infiltración de eosinófilos en la mucosa esofágica. Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, se han identificado varios factores subyacentes que pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
La esofagitis eosinofílica (EE) es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago que se caracteriza por la acumulación de un tipo específico de glóbulos blancos llamados eosinófilos en el tejido esofágico. Si bien la causa exacta de la EE aún no se comprende completamente, se han identificado varios factores que pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad.
Factores genéticos
Se cree que la EE tiene un componente genético, lo que sugiere que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen un mayor riesgo de padecerla. Los estudios han demostrado que ciertos genes pueden predisponer a una persona a desarrollar una respuesta inflamatoria exagerada en el esófago cuando se exponen a ciertos desencadenantes ambientales.
Te puede interesar: La odisea del diagnóstico de la esofagitis eosinofílica
Alergias alimentarias
Las alergias alimentarias son una de las principales causas identificadas de la EE. Se ha observado que algunos alimentos desencadenan una respuesta inmunitaria exagerada en el esófago, lo que conduce a la inflamación y acumulación de eosinófilos. Los alimentos comunes que pueden desencadenar alergias alimentarias incluyen leche, huevos, trigo, soja, nueces y mariscos.
Otros factores contribuyentes
Además de los factores genéticos y las alergias alimentarias, existen otras condiciones médicas y factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar EE. El reflujo gastroesofágico, el asma y las infecciones parasitarias se han asociado con un mayor riesgo de EE. Estos factores pueden contribuir a la inflamación y la disfunción del esófago, predisponiendo a una persona a desarrollar la enfermedad.
Complicaciones potenciales
Si no se trata adecuadamente, la EE puede llevar a complicaciones graves. Estas pueden incluir estrechamiento del esófago (estenosis esofágica), úlceras esofágicas, impactación alimentaria y, en casos raros, perforación esofágica. Es fundamental buscar tratamiento médico adecuado para prevenir estas complicaciones y controlar los síntomas de la enfermedad.
Prevención de la esofagitis eosinofílica
Si bien no existe una forma garantizada de prevenir la EE, hay medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Mantener una dieta saludable y evitar los alimentos conocidos por desencadenar alergias alimentarias puede ser útil. Además, es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas consistentes con EE, como dificultad para tragar, dolor torácico o acidez estomacal persistente, para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Lee más: Pacientes con esofagitis eosinofílica y su vínculo con la depresión y ansiedad